¿Por qué la muleta de los toreros es roja?

By 08/07/2023 Portal

«Siete de julio, San Fermín », así reza la canción más tradicional de Pamplona. Un festejo asociado indefectible a los encierros y que se inició allá por el año 1385 durante el reinado de Carlos II el Malo. Parece ser que su origen hay que buscarlo en el traslado de los toros desde el campo hasta el centro de las ciudades. Sin embargo, para encontrar el origen de las fiestas en honor a San Fermín nos tenemos que ir todavía mucho más atrás. Y es que fue en la Pamplona medieval del siglo XII donde arranca la celebración de las fiestas en honor al santo, el primer obispo de Pamplona. Las fiestas conmemoran su martirio en la ciudad de Amiens, desde donde fueron trasladadas sus reliquias en el año 1186. Y son unas fiestas muy taurinas, donde el toro y el torero tienen un especial protagonismo. ¿Por qué se siente el toro tan atraído por el capote del torero? ¿Es por su color? ¿Acaso odia el rojo? La detección del color en el reino animal es muy diferente de la muestra. El Homo sapiens tiene una visión tricromática, a diferencia de la mayoría de los mamíferos -que son dicromáticos- y de las aves y los reptiles, que tienen una visión tetracromática. Noticia Relacionada estandar No ¿Por qué las abejas mueren tras la picadura? Pedro Gargantilla Si tuviésemos que escribir el epitafio de una abeja lo tendríamos muy fácil: morir picando La explicación a esta idiosincrasia hay que buscarla en que los mamíferos hemos evolucionado a partir de pequeños animales nocturnos y terrestres que se desarrollaron durante la época de los dinosaurios, que vivían en el suelo de zonas boscosas en donde la percepción de color no era vital para su supervivencia. De alguna forma, y resumiéndolo mucho, se podría decir que los mamíferos tuvieron que elegir entre una buena visión nocturna o una buena visión para el color, y se decantaron por la primera; mientras que las aves y reptiles optaron por la segunda. En la retina tenemos unos fotorreceptores –los conos- encargados de detectar el color. La mayoría de los mamíferos tan solo disponen de dos tipos diferentes de conos, mientras que nosotros disponemos de tres, centrados en longitudes de onda que se corresponden, aproximadamente, con los colores azul, verde y rojo. Atraído por el movimiento, no por el color El toro ( Bos primigenius taurus ) es un mamífero cuadrúpedo miope, lo cual le dificulta observar cosas que se encuentran excesivamente lejos y apreciar sus detalles. En su retina hay dos tipos de conos, esto significa que perciben los colores de onda larga a media, esto es, naranja, rojo, amarillo y amarillo-verdoso. Estos animales están incapacitados para percibir tonos de onda corta, entre los cuales se encuentran el azul, el gris y algunos tipos de verde. Además, los toros disponen de un tercer párpado, el conocido como tapetum lucidum , un tejido que se sitúa en la parte posterior del ojo que es el encargado de captar la luz del exterior, incrementando la capacidad de los fotorreceptores, mejorando la visión en aquellos escenarios en los que hay poca luminosidad. En cuanto al capote, los toros de lidia embisten no por el color del mismo, sino por el movimiento: una tela agitada con violencia es percibida como una fuente de peligro ante la cual se tiene que enfrentar. El toro se obstina en seguir el movimiento del capote y la repetición de la secuencia, pero la incapacidad para embestirlo hace que el animal se enfurezca cada vez más y que, finalmente, le lleve a un agotamiento físico y mental, que propicia que los pases sean cada vez más fáciles. No es casual que el torero trate de inmovilizar la atención del toro manteniéndola fija por un fuerte estímulo que le conduce a la fatiga. En esta línea de trabajo en el año 2007 los investigadores de MuthBusters, el programa de Discovery Channel, realizaron un curioso experimento para conocer el comportamiento de los toros frente a distintos colores. Para ello colocaron tres banderas –blanca, roja y azul- frente a un toro, el cual cargó contra todas ellas en independencia del color. Seguidamente repitieron con tres muñecos vestidos con los mismos colores y el animal volvió a embestir igualmente, es más, al último que atacó fue al muñeco vestido de color rojo. Por último, si nos centramos en el aparato motor del globo ocular, su músculo recto posterior se encuentra dividido en cuatro fascículos musculares que están enormemente desarrollados, lo cual le permite una enorme movilidad y que puedan girar sobre sí mismos. Esto explica, por ejemplo, por qué la visión del toro es de 135 grados. MÁS INFORMACIÓN noticia No De la infanta Leonor a los Romanov: la Historia real revelada por el ADN noticia Si Ni rastro de agua en los materiales de los que se formó la Tierra Volviendo a las Fiestas de San Fermín, el «Pobre de mí» es una canción agridulce, que marca el final de las fiestas: «¡Viva San Fermín! Gora San Fermín!… ¡Pobre de mí, pobre de mí, que se han acabado las fiestas de San Fermín!». SOBRE EL AUTOR Pedro Gargantilla es médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de varios libros de divulgación. En este espacio de ‘Ciencia cotidiana’ explica la ciencia detrás de los fenómenos que vivimos en nuestro día a día.