La vida del Nobel Hans Krebs: un exilio, dos ciclos y un título de Sir

Por 22/07/2022 Sin categoría

Fue a finales del siglo XVIII cuando se descubrió que los seres vivos absorben oxígeno y expulsan dióxido de carbono. Esta conversión reveló que los organismos queman los alimentos para liberar la energía necesaria para sustentar la vida, es lo que actualmente conocemos como respiración celular. La primera fase de la respiración celular (glucólisis) tiene lugar en el citoplasma de las células, la segunda en las mitocondrias y se conoce como ciclo del ácido cítrico o ciclo del ácido tricarboxílico. Este ciclo es catalizado por distintas enzimas y también lleva el nombre del científico que lo describió por vez primera: Krebs. Hans Krebs (1900-1981) nació en Hildesheim, en las cercanías de Hanover, en el norte de Alemania. Su familia era de origen judío, tanto por la línea materna como por la paterna, si bien desde hacía generaciones estaban alejadas de la práctica religiosa del judaísmo. En 1932 Krebs, junto a Kurt Henseleit , descubrió el ciclo de la urea , con el que reveló las transformaciones que experimenta el amonio en el hígado hasta convertirse en urea. Se trata de una de las rutas clave de la detoxificación celular, a través de la cual se eliminan las sustancias tóxicas producidas durante el metabolismo. En enero de 1933, con la llegada al poder del Partido Nacional Socialista, comenzó en Alemania una violenta campaña antisemita que prohibió a las personas con ascendencia judía formar parte del personal universitario y de los centros de investigación. Por ese motivo, en abril de ese año Krebs fue expulsado de la Universidad de Friburgo. En julio la Fundación Rockefeller le concedió una beca para continuar sus investigaciones en suelo inglés. Las autoridades nazis autorizaron su salida, pero pusieron límite al dinero que podía sacar del país –diez marcos- y a las pertenencias que podía llevarse consigo. Krebs viajó al Reino Unido con dieciséis baúles cargados de manómetros e instrumentales científicos que serían esenciales para sus futuros experimentos. Premio Nobel y Sir Al otro lado del Canal de la Mancha, junto con su ayudante William A Johnson , el teutón comenzó a investigar los mecanismos de respiración celular mediante los cuales las células consumen oxígeno para producir energía en el proceso de degradación de la glucosa. Gracias a sus trabajos fue capaz de identificar, algún tiempo después, la cascada de reacciones químicas mediante las que se produce la transformación de grasas, proteínas e hidratos de carbono en la energía que usan las células –ATP-. Un ciclo que es fundamental para la vida y que se lleva a cabo en las mitocondrias de todas las células aeróbicas: el ciclo de Krebs. Su identificación tuvo un impacto enorme en la comunidad científica y fue la base para el progreso de la Bioquímica y la Biología celular durante la década de los 40 y 50 del siglo pasado. Por este descubrimiento Hans Krebs recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1953. Cinco años después el teutón, un hombre reservado y tranquilo, fue distinguido por la reina Isabel II con el título de sir. En el año 2015 su familia subastó la medalla del Premio Nobel por 225.000 libras esterlinas, con las cuales fundaron la Sir Hans Krebs Trust, una fundación que proporciona fondos para estudiantes de doctorado en el campo biomédico y ayuda a los químicos que han tenido que huir de sus países de origen. MÁS INFORMACIÓN Logran por primera vez modificar los enlaces entre átomos de una molécula Un descomunal mar lechoso, avistado desde un yate por primera vez Curiosamente Hans Krebs también fue el nombre de uno de los generales en quienes Hitler más confiaba y el encargado, tras el suicidio del Führer, de negociar un tratado de paz con las fuerzas soviéticas que asediaban Berlín. Y es que, cono dijo Charles Chaplin, «mirada de cerca la vida es una tragedia, pero vista de lejos parece una comedia». SOBRE EL AUTOR Pedro Gargantilla Médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de varios libros de divulgación.