¿Por qué nos quema el sol a la sombra?

Por 25/06/2023 Portal

El Sol emite un gran número de radiaciones, muchas de las cuales son imperceptibles a nuestros ojos, ya que solo somos capaces de ver la luz que se encuentra comprendida en un rango de longitud de onda determinada. Así, por ejemplo, esto sucede con la luz que se emite con una longitud de onda más allá del color violeta, lo que conocemos como luz ultravioleta. Un tipo de radiación que siempre está presente cuando estamos bajo un Sol intenso. Se distinguen tres tipos de radiación ultravioleta: el tipo A es el que nos afecta de forma superficial y que no produce daños en la epidermis ni en la pigmentación; el tipo B que penetra más profundamente y que es el responsable de las quemaduras solares y del riesgo de aparición de melanoma; por último, el tipo C, relacionado con el agujero de la capa de ozono, la cual impide que estos rayos nos lleguen. La radiación ultravioleta B es, además, la encargada de estimular los melanocitos que sintetizan la melanina, el pigmento responsable del bronceado de nuestra piel. La luz ultravioleta daña las células de la piel, de forma que nuestro sistema inmunitario reacciona aumentando el flujo sanguíneo de las zonas afectadas, lo cual se traduce en una inflamación de la piel (enrojecimiento), que es la conocida quemadura solar. Medidas encaminadas a protegernos del Sol Desde la Organización Mundial de la Salud se nos recomienda evitar la exposición solar entre las 11.00 y las 15.00, así como protegernos con cremas, ropas y sombra. Sin embargo, y a pesar de seguir estas recomendaciones el riesgo de quemadura sigue existiendo. Es sobradamente conocido que el Sol puede provocar quemaduras cutáneas incluso los días nublados y que no todos los tejidos nos protegen por igual, en general, aquellas telas que tienen una trama más densa, como puede ser una camisa de lino, protegen nuestra epidermis en menor medida que las prendas confeccionadas con una camiseta gruesa de algodón. En términos generales se estima que una camiseta ofrece un nivel de protección inferior a un filtro de protección solar 15. En el polinomio habría que añadir el color, ya que se ha podido comprobar que los colores claros -como el blanco o el beige- nos protegen menos que los colores más oscuros, como puede ser el negro o el azul marino. En los últimos años hemos asistido al nacimiento de camisetas o sombrillas con índice de protección, prendas que aportan una mayor protección frente a la radiación solar. ¿La sombrilla o loción protectora? Por otra parte, la luz ultravioleta puede rebotar en otras superficies, como puede ser el agua o la nieve, lo cual significa que estar debajo de una sombrilla no se traduce en una protección absoluta. La radiación que refleja la luz ultravioleta es diferente según el tipo de suelo, por ejemplo, el asfalto solo refleja el 2% mientras que otras superficies como la arena o la nieve esta cifra se eleva hasta el 17% y 85%, respectivamente. En un intento de cuantificar los riesgos solares, hace algunos años un grupo de investigadores del Centro Médico de Lagone, en Nueva York, realizó un estudio en el que comparaba el riesgo de quemaduras en personas que se protegían bajo una sombrilla de playa frente a aquellas que utilizaban crema solar. MÁS INFORMACIÓN noticia No Hallan el cráneo de un joven neandertal con marcas de canibalismo en una cueva de Barcelona noticia No ¿Qué relación guardan los murciélagos y el mito del vampiro? En esta investigación se comprobó que el 78% de los que se encontraban a la sombra de una sombrilla desarrollaba quemaduras, frente al 25% de los que usaron una loción de alto factor protector. En conclusión, y dicho de otra forma, no es posible evitar completamente el riesgo de quemadura solar, pero sí reducirlo considerablemente utilizando una combinación de los diferentes mecanismos protectores.