¿Resuelto el misterio del agua de la Tierra?

Alrededor de las diez de la noche del 28 de febrero de 2021, la UK Fireball Alliance , institución dirigida por científicos del Museo de Historia Natural de Londres, observó cómo una bola de fuego entraba en la atmósfera británica justo sobre el condado de Gloucester, en el suroeste de Inglaterra. Rápidamente, un grupo de investigadores acudió al lugar del impacto, frente a una casa del pueblo de Winchcombe, y recuperó varios de los fragmentos del meteorito . Y ahora, los datos recabados de esa antigua roca espacial puede ayudar a resolver uno de los mayores misterios científicos: ¿de dónde vino el agua de la Tierra? El meteorito, de unos 4.600 millones de años de antigüedad, fue testigo directo de la formación del Sistema Solar. Se trata de una ‘ condrita carbonácea ‘, es decir, un objeto principalmente rocoso y que nunca ha sufrido un proceso de fusión. Esta clase de meteoritos suponen cerca del 85% de todos los que caen a la Tierra. Pero el meteorito de Winchcombe tiene algo muy especial. El agua que contiene, en efecto, hace gala de una composición química extraordinariamente similar a la de la que hay en nuestro propio planeta. Y eso, según un equipo internacional de investigadores dirigido por Ashley J. King, del Museo de Historia Natural de Londres, puede explicar el misterio del origen del agua terrestre. El estudio se acaba de publicar en ‘ Science Advances ‘. El origen del agua Cuando los mundos interiores y rocosos del Sistema Solar se formaron, se encontraban demasiado cerca del Sol como para permitir la formación de océanos, lo que convirtió a la joven Tierra en un lugar seco e inhóspito. Pero al enfriarse nuestro planeta, eso cambió por completo cuando un auténtico aluvión de asteroides helados del sistema solar exterior, con toda su agua a cuestas, la trajo hasta aquí y llenó rápidamente las cuencas oceánicas. Otros piensan que el agua ya estaba ‘almacenada’ en las propias rocas del manto terrestre y se fue liberando después poco a poco. Pero el análisis del meteorito de Winchcombe apunta directamente a la primera posibilidad. «Una de las preguntas más importantes que se hace la comunidad científica -explica Luke Daly , profesor de geociencia planetaria en la Universidad de Glasgow y coautor del estudio- es, ¿cómo llegamos hasta aquí? Nuestro análisis del meteorito Winchcombe da una idea de cómo la Tierra llegó a tener agua, la fuente de tanta vida. Los investigadores continuarán trabajando en este espécimen durante los próximos años, revelando más secretos sobre los orígenes de nuestro Sistema Solar«. Reacción rápida Los fragmentos del meteorito fueron recogidos por los científicos apenas unas horas después de su caída, por lo que las rocas están, en gran parte, sin contaminar. Según J. King, eso lo convierte en «uno de los meteoritos más prístinos disponibles para el análisis, y ofrece una mirada tentadora a través del tiempo hasta la composición original del Sistema Solar». Para analizar la roca y los elementos que la componen, los investigadores la pulieron, calentaron y bombardearon con rayos X y láser, revelando que procedía de un asteroide en órbita alrededor de Júpiter y que el 11% de su masa era agua. El hidrógeno en el agua del asteroide se presentó tanto en su forma ‘normal’ como en uno de sus isótopos, deuterio, componente de la llamada ‘agua pesada’. Los científicos encontraron que la proporción de hidrógeno a deuterio coincidía casi exactamente con la proporción que se encuentra en el agua de la Tierra, lo que implica que el agua del meteorito y el agua de nuestro planeta comparten su origen. Los aminoácidos, los componentes básicos de las proteínas y la vida, también se encontraron en el interior de la roca. MÁS INFORMACIÓN noticia No La Tierra vibró durante ocho horas tras la erupción del volcán Hunga-Tonga noticia No Amor romántico: qué es y por qué existe, según la ciencia Ahora, y para ampliar esta investigación, los científicos se disponen a analizar otras rocas espaciales de nuestro sistema, como el asteroide Ryugu , del que también se sabe que contiene los componentes básicos de la vida. Un estudio exhaustivo de las rocas espaciales del Sistema Solar podría ayudar a comprender mucho mejor qué rocas ayudaron a ‘sembrar’ el agua la Tierra primitiva y de dónde vinieron.