Transportar suministros tiene un coste asociado en función de la distancia recorrida, el medio, la propia naturaleza del suministro… por eso sorprende saber que la cadena de suministro más cara en la actualidad apenas tiene 388 kilómetros.
Básicamente porque parte de la superficie de la Tierra hacia el cielo, hasta llegar a los astronautas que habitan la Estación Espacial Internacional (ISS). Tal coste se debe fundamentalmente a la gravedad y la masa y de lo enviado: menos de 500 gramos ya puede costar más de 10 000 dólares.
Piezas de repuesto
Enviar una simple pieza de repuesto a la ISS, pues, supone un verdadero quebradero de cabeza. El motivo es que hay que superar la conocida como “velocidad de escape”, esto es, la velocidad a partir de la cual puedes escapar de la gravedad de nuestro planeta y adentrarte en el espacio. Cada gramo, pues, cuenta, y supone un enorme gasto de combustible.
Por si fuera poco, en lo tocante a la ISS, la cadena de suministro más cara de la historia termina en el desguace más exótico del mundo, tal y como explica Peter H. Diamandis en su libro El futuro va más rápido de lo que crees:
Y como pueden pasar meses hasta que llegue a la Estación Espacial, una parte muy significativa de la preciosa superficie de la ISS está ocupada por los armarios necesarios para guardar todas las piezas de repuesto.
Por ello han nacido iniciativas como Made in Space, la primera empresa que intenta resolver esta clase de problemas fabricando una impresora 3D que funcionaría en el espacio:
Y esta es la razón por la que, en 2018, cuando en medio de una misión de la ISS un astronauta se rompió un dedo, no fue necesario pedir una férula a la Tierra y esperar meses a su llegada.
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La noticia
La cadena más suministro más cara de la historia solo tiene una extensión de 388 kilómetros
fue publicada originalmente en
Xataka Ciencia
por
Sergio Parra
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