Dejó dicho el poeta persa Rumi que “la herida es el lugar por donde entra la luz”. Con estas bellas palabras, el poeta ha ayudado a vivir a quienes, con sensibilidad, las escucharan a lo largo de los siglos. Pero bien podría haber estado contemplando los exquisitos detalles que muestran las observaciones realizadas con el telescopio JWST de la nebulosa del Anillo del Sur, también conocida desde finales del siglo XIX como NGC 3132. En las imágenes combinadas de dos de las cámaras puede apreciarse como los finos rayos de luz de la estrella central atraviesan la nebulosa planetaria por las grietas creadas en la estructura de gas y polvo. La luz se cuela por ahí, como el agua por las rendijas o la luz del Sol entre las nubes. Y aún hay mucho más que leer en esas imágenes.