Apáticos, inapetentes… ¿pueden los perros sentir dolor por la muerte de otro?

Por 25/02/2022 Portal

Los científicos han registrado comportamientos de duelo en una variedad de animales, desde aves hasta elefantes. Por ejemplo, los paquidermos visitan y tocan los huesos de sus parientes muertos, los chimpancés limpian los cadáveres, las urracas los entierran bajo la hierba como si se tratara de un ‘funeral’ y los cuervos cantan en grupo. ¿Les ocurre algo parecido a los perros domésticos? Investigadores italianos creen posible que los canes atraviesen una etapa de duelo tras la muerte de un compañero con el que han convivido en el mismo hogar.

«Decidimos realizar este estudio porque queremos arrojar luz sobre un lado aún oscuro, al menos para nosotros los humanos, de la vida de los perros domésticos: sus emociones complejas, particularmente el dolor», explica Federica Pirrone, de la Universidad de Milán. «La demostración de duelo en animales no humanos es uno de los mayores desafíos que enfrenta la ciencia. En cuanto a los perros, la evidencia actualmente es escasa y principalmente anecdótica», añade.

Intrigados, Pirrone y sus colegas realizaron una encuesta a 426 personas que habían tenido al menos dos perros al mismo tiempo, uno de los cuales murió. El 86% de los propietarios aseguró que sus animales sufrieron cambios negativos en el comportamiento después de la muerte de la mascota, en algunos casos incluso durante más de seis meses. Los animales buscaban más atención, jugaban menos o se volvieron menos activos. Algunos también dormían más, se mostraban más temerosos, comían menos o aumentaron los lloriqueos o ladridos. En la mayoría de los casos, los perros habían vivido juntos durante más de un año manteniendo una relación amistosa.

Relación amistosa
Los investigadores descubrieron que, si bien el tiempo que dos perros vivieron juntos no influyó en el comportamiento de duelo, haber tenido una relación amistosa con el perro fallecido y tener un dueño afligido hicieron más probables los cambios de comportamiento y el miedo. Esto sugiere una reacción similar al dolor en respuesta tanto a la pérdida de su compañero como a la tristeza de los dueños.

«Nuestros resultados (publicados en ‘Scientific Reports’) abren el camino a una posibilidad real de que los perros domésticos puedan sentir duelo ante la muerte de un compañero. Sin embargo, los cambios conductuales y emocionales observados podrían ser indicativos de estrés por separación. Por lo tanto, actualmente no podemos saber con seguridad si los perros respondían a la ‘pérdida’ de un compañero o a su ‘muerte’ per se», señala la investigadora.

Precisamente para desentrañar este dilema, el equipo ya trabaja en una siguiente fase del proyecto. Para los autores, las respuestas similares al duelo entre los perros son un problema importante de bienestar de las mascotas que se ha pasado por alto.