Así es la Crew Dragon, la nave de Elon Musk en la que regresará López-Alegría al espacio

Por 08/04/2022 Portal

La primera misión con una tripulación exclusivamente privada viajará a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) este viernes a las 17.17 hora española, si todo va según lo planeado. Detrás de ella se encuentra la empresa Axiom Space, una compañía estadounidense creada por el exastronauta de la NASA de origen español Michael López-Alegría, y que busca convertirse en toda una revolución en el turismo espacial.

Para ello, Axiom Space se ha aliado con SpaceX, la compañía del magnate Elon Musk, quien proporcionará el método de transporte. López-Alegría, que viajará junto a otros tres tripulantes que han pagado 55 millones de dólares (50 millones de euros) cada uno por su billete, viajará al espacio en una Crew Dragon. No serán los primeros: desde 2019, esta nave ha acogido cuatro misiones de astronautas de la NASA que también han viajado a la ISS, más otra con tripulación totalmente civil, llamada ‘Inspiration 4’, en la que la tripulación orbitó durante tres días la Tierra para después regresar.

«Cuando era niño, me inspiraron las primeras misiones tripuladas de la NASA: Mercury, Gemini y Apolo», explicó en rueda de prensa previa el propio López-Alegría. «Es un gran honor participar en este siguiente capítulo y puedo decir que estamos listos para volar», afirmó. Esta nueva misión, bautizada como Ax-1, llegará a la ISS este sábado y pasará nueve días en el módulo de la NASA, realizando diferentes tipos de experimentos científicos coordinados por distintas instituciones, tales como la Clínica Mayo o la Fundación del Hospital de Niños de Montreal.

Una larga trayectoria
La Crew Dragon, con capacidad para cuatro personas, está siendo utilizada por la NASA para enviar a sus astronautas a la ISS, prescindiendo de los servicios de las naves Soyuz rusas. El objetivo de Estados Unidos era ser independiente en los vuelos espaciales, ya que dependía de los billetes rusos, que costaban unos 85 millones de dólares (unos 77 millones de euros). Por ello, la NASA otorgó 4.200 millones a Boeing y 2.500 millones a SpaceX en 2014 para desarrollar por separado sistemas de cápsulas tripulables que llevasen a los astronautas al espacio desde EE.UU.

Finalmente, la compañía de Elon Musk fue la elegida para los primeros viajes, si bien la NASA afirma que busca otros contratistas para tener varios vehículos disponibles en el futuro. Por su parte, SpaceX no se cierra al turismo espacial, si bien solo ha creado cuatro unidades del modelo Crew Dragon, parando la producción para centrarse en su cohete reutilizable de próxima generación Starship, con el que quiere enviar a los primeros humanos a Marte.

De hecho, hace unos meses, el multimillonario estadounidense Jared Isaacman, promotor de la primera misión civil al espacio (Inspiration 4),
anunció una nueva alianza con SpaceX de tres nuevas misiones privadas -la primera este mismo año-, para probar Starship. Parece que la fórmula de que empresas intermediarias utilicen los servicios como transportista de SpaceX será una de las claves del futuro turismo espacial.

Los planes de futuro de Axiom Space
La misión Ax-1 es la primera parte de un plan de Axiom Space para crear la primera estación espacial privada de la historia. La idea es que reemplace a la ISS en el momento en el que esta se retire (algo que ocurrirá en 2030), si bien al principio dependerá de ella.

«El plan es construir, lanzar y acoplar tres módulos a la ISS. Esto es más fácil que construir de cero. Del primer módulo, la ‘cáscara’ se está construyendo en Italia. Cuando esté lista, se enviará a Houston para integrar toda la electrónica. Esperamos lanzar el módulo en septiembre de 2024. Seis meses después despegará el segundo, y otros seis más tarde, el siguiente. Operaremos junto a la ISS hasta su fin. En ese momento subiremos un cuarto módulo que contará con paneles solares, que proveerán de energía a toda la infraestructura. Y haremos lo mismo que hace ahora la ISS, pero de forma privada», explicó López-Alegría a ABC en una entrevista a principios de año. «Queremos tener también como clientes agencias gubernamentales, como la NASA o la ESA, que puedan enviar a sus astronautas para hacer experimentos en microgravedad; pero también empresas privadas que hagan sus propias pruebas», señaló.