Así ha sido la proeza del Ingenuity, el helicóptero que ha emulado el vuelo de los hermanos Wright en Marte

Por 19/04/2021 Portal

El 17 de diciembre de 1903 los hermanos Wright hicieron historia al volar por primera vez el primer prototipo de avión sobre las dunas de Kill Devil Hill, en Carolina del Norte. Seguramente ellos no imaginaron que 117 años después otro equipo de ingenieros, esta vez formado por cientos de personas, conseguiría lo mismo pero en un escenario bien diferente: el cráter Jezero, en Marte. Y que además este aparato llevaría literalmente un pequeño componente de su invención al Planeta Rojo. Este lunes la NASA confirmaba que Ingenuity, el pequeño helicóptero de apenas 1,8 kilogramos de peso, se alzaba durante 39,1 segundos a tres metros de altura, realizando con éxito la primera de las pruebas de las cinco que el vehículo tiene previsto llevar a cabo durante el próximo mes. Un pequeño vuelo para el Ingenuity, pero un enorme paso para la humanidad y la exploración espacial.

El experimento se producía a primera hora española de este lunes, si bien los datos de telemetría y las primeras imágenes no llegaban hasta un par de horas después. «Ya podemos decir que un helicóptero ha volado en otro planeta. Debemos celebrar este momento, ¡felicidades a todos!», decía a su equipo una exultante Mimi Aung, gerente de proyectos en el Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL) después de confirmar el éxito de las maniobras.<iframe height=»286″ src=»https://www.youtube.com/embed/wMnOo2zcjXA&t» frameborder=»0″ allowfullscreen style=»width:100%;»></iframe>

El vídeo, de apenas un minuto y tomado desde las cámaras del rover Perseverance, muestra cómo el Ingenuity hace un vuelo casi perfecto, en el que se eleva en unos pocos segundos hasta los tres metros de altura, gira 96 grados sobre sí mismo y, después aterriza casi milimétricamente en el mismo punto desde el que despegó, tal y como estaba previsto. En el momento en el que está en el aire, se puede ver cómo los vientos azotan al pequeño dron, moviéndolo un poco de forma horizontal. «El viento alcanzaba los 6 metros por segundo, lo que era lo esperado por el equipo. Pero el helicóptero hizo todo lo que esperábamos», explicaban desde la NASA.

«No puedo dejar de verlo una y otra vez», afirmaba aún visiblemente emocionada la propia Aung horas después en rueda de prensa posterior. Ella era la encargada de recordar que volar en Marte no es una tarea sencilla: «El planeta rojo tiene un tercio de la gravedad de nuestro planeta, y su atmósfera tiene menos del 1% de la densidad de la terrestre». Además, durante el día marciano, su superficie recibe solo la mitad de la cantidad de energía solar que nos llega a nosotros, y las temperaturas nocturnas pueden descender hasta menos 130 grados Fahrenheit (menos 90 grados Celsius), lo que puede congelar y agrietar los componentes eléctricos desprotegidos. Es por ello que los ya conocidos como «30 segundos de terror» que duraron las maniobras han sido todo un hito de la ingeniería y la exploración espacial. Aparte, se suma el inconveniente de tener que enviar las instrucciones con mucha antelación, ya que el retraso en las comunicaciones impide que Ingenuity se dirija de forma directa, con un mando, a semejanza de un dron normal.

Los siguientes pasos
La proeza de la NASA no ha estado exenta de contratiempos. En un principio se fijó el vuelo a partir del 8 de abril, si bien la fecha oficial se retrasó tres días más. No obstante, durante las pruebas preliminares, se detectó un fallo en un temporizador de vigilancia, que se encarga de alertar de cualquier problema potencial, lo que volvió a posponer la fecha del primer vuelo a propulsión de una aeronave humana en otro mundo. Durante la última semana, los ingenieros se han afanado por encontrar soluciones, y decidieron ajustar la secuencia de comando de la Tierra, que no requiere modificar el software de control. Aún así, necesitaron de algunos días para comprobar que los equipos funcionaban. Pero, por fin, este lunes la humanidad volvía a hacer historia.

Y la misión de Ingenuity no quedará ahí: las siguientes pruebas irán aumentando en dificultad, enviando comandos al dron para que se eleve a más altura o se desplace a las órdenes de los técnicos en la Tierra. «Vamos a poner a Ingenuity al límite de sus capacidades en las siguientes cuatro pruebas que llevaremos a cabo en las próximas semanas», sentenció Aung. Ahora, el siguiente paso será recibir y analizar todos los datos e imágenes de la prueba -incluidas fotos en alta resolución y a color tomadas desde el Ingenuity- y planteará un plan para el segundo vuelo de prueba experimental, programado para no antes del 22 de abril.

Una «idea loca»
Todo esto nació de la loca idea de hacer volar un helicóptero en Marte, algo parecido a lo que pensaron en un principio los hermanos Wright. Pero todo este equipo ha conseguido que algo que hace diez años parecía disparatado se haya hecho realidad», afirmaba Thomas Zurbuchen, administrador asociado de Ciencia de la NASA, quien anunció: «Si bien estos dos momentos icónicos en la historia de la aviación están separados por 117 años y 173 millones de millas, ahora estarán vinculados para siempre. Como homenaje a los dos innovadores fabricantes de bicicletas de Dayton, este primero de muchos aeródromos en otros mundos ahora se conocerá como Wright Brothers Field».

Steve Jurczyk, administrador en funciones de la NASA, concluía: «El X-15 fue un pionero del transbordador espacial. Mars Pathfinder y su rover Sojourner hicieron lo mismo para tres generaciones de rovers de Marte. No sabemos exactamente a dónde nos llevará el ingenio, pero los resultados de hoy indican que el cielo, al menos en Marte, puede que no sea el límite».