Los que crecen a más de 160 metros de profundidad establecen simbiosis con un alga filamentosa capaz de aprovechar la poca luz que llega.
Una de las leyendas urbanas más difundidas alrededor del mundo de las piscinas públicas es, junto que si te meas un producto químico diluido en el agua cambia de color y te delata frente a los demás, que si tienes una eyaculación en el agua es posible dejar embarazada a alguna chica que chapotee cerca. Tranquilos: podéis orinar y eyacular en una piscina pública sin ninguna de esas preocupaciones (aunque naturalmente es mejor que no lo hagáis por el bien de todos).
Y es que el semen, para quien no quiere quedarse embarazada, resulta algo así como una sustancia contaminada por radiactividad. Hay mujeres que ni siquiera toleran que les roce la piel: ¿y si, por error, acaba entrando en la vagina? ¿Y si hay espermatozoides saltarines?
Para quitarnos un poco el miedo acerca del semen, pues, vale la pena saber cuánto tiempo es capaz de sobrevivir un espermatozoide cuando abandona nuestro cuerpo en la carrera de la vida (poniéndonos muy eufemísticos).
Los espermatozoides no se llevan muy bien con las vaginas
Irónicamente, los espermatozoides no se llevan muy bien con las vaginas. Más del 99 % de los espermatozoides de la eyaculación se mueren en la vagina antes de llegar a las trompas de Falopio, dado el ambiente ácido de la vagina. Por ello un hombre que cuente con menos de 20 millones de espermatozoides por eyaculación se considera infértil.
Tras introducirse en el cuerpo de la mujer, el esperma suele seguir siendo fértil entre 48 y 72 horas, pero sólo en las condiciones ideales, es decir, durante los días de la ovulación, que es cuando el pH vaginal está por encima de 6, que es el pH durante el resto de los días (el grado de acidez del ambiente ideal para un espermatozoide es de 7-7,5, y la temperatura: entre los 37 ºC y los 37,5 ºC.)
Hay otros factores que podrían influir en la suerte que corran los espermatozoides. Los trabajos llevados a cabo por los investigadores británicos Robin Baker y Mark A. Bellis, aunque todavía no son concluyentes, sugieren que el orgasmo ofrece a las mujeres una forma de controlar el esperma masculino. Si hay orgasmo, se atrae más esperma. Si no lo hay, se repele en cierta medida. Si el orgasmo se produce bajo las circunstancias de una infidelidad, entonces, el orgasmo produce mayor cantidad de contracciones para atraer mayor caudal de esperma: ¿para qué, si no, se iba a correr el riego de mantener una relación extramarital? Algo así como el efecto de los desatascadotes en los desagües. El cuello uterino, literalmente, succiona.
Si eyaculamos fuera de la vagina, la esperanza de vida del espermatozoide es muy corta. Dependiendo de la humedad y la temperatura, pueden durar sólo minutos. Lo que tarde en secarse el líquido seminal, que es donde los espermatozoides pueden sobrevivir.
Por cierto, los espermatozoides fueron distinguidos por primera vez en 1679 por Antoni van Leeuwenhoek, inventor de los primeros microscopios potentes.
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¿Cuál es la esperanza de vida de un espermatozoide después de la eyaculación?
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El pesimismo encuentra un gran acomodo en todas las clases sociales porque alimenta nuestra natural tendencia a desconfiar de lo nuevo, de los avances de cualquier tipo, modo ludita style.
Y eso evita que sepamos entender bien cómo la innovación afecta no solo a nuestras vidas, sino a los efectos de la propia innovación. De esto y otras cosas habla el nuevo libro de Matt Ridley: Cclaves de la innovación.
Serendipia y contexto
Una de las grandes fuentes del descubrimiento científico es la serendipia: el científico persigue un objetivo y, por el camino, por puro azar, encuentra una cosa que no esperaba, lo que acaba por convertirse en su descubrimiento principal.
Del mismo modo, el descubrimiento científico no es personalizable: funciona por oleadas que cubren naciones o culturas, oleadas que son más o menos intensas y ricas en función de cuestiones políticas, culturales o ideológicas. Porque los inventos no son más que ideas materializadas. Y las ideas vuelan de cabeza en cabeza como virus. Y las ideas no tienen dueño: las ideas son reformulaciones de otras ideas que tomamos prestadas.
Claves de la innovación (Conjeturas)
Y de eso habla Ridley apoyándose no solo en una documentación enciclopédica, sino que narrándolo como los buenos contadores de historias: haciéndonos partícipes de cada pequeño avance en la larga escalera de la innovación.
La innovación es la actividad más importante de nuestra época: trae progresos espectaculares a nuestro nivel de vida, pero también, en ocasiones, cambios inquietantes a la sociedad. Matt Ridley entiende la innovación como un proceso fortuito que avanza de abajo arriba y es resultado directo de la costumbre humana del intercambio, y no como un proceso ordenado que se pone en marcha desde arriba de acuerdo con un plan establecido. Siempre es un fenómeno colectivo, colaborativo, que implica ensayo y error, y nunca responde a la creación de un genio solitario. El autor extrae estas y otras conclusiones a partir de la fascinante historia de numerosos avances que ilustran qué es la innovación y qué mecanismos la impulsan.
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Libros que nos inspiran: ‘Claves de la innovación’ de Matt Ridley
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El estudio de atletas de élite ayuda a identificar las consecuencias de la actividad física intensa.
Los muones y los electrones podrían no experimentar las mismas interacciones fundamentales, en contra de lo que predice el modelo estándar.
Se desconoce todavía el propósito exacto de este rasgo biológico cambiante.
El gran salto hacia la civilización, la prosperidad, el aumento de la esperanza de vida y otros hitos recientes no se debe, al menos no directamente, a la revolución científica de Galileo y Newton, ya que la mayoría de innovacios que cambiaron la vida de las personas apenas se basó en conocimientos científicos nuevos (al menos en principio), y pocos innovadores que depararon esos cambios tenían formación científica.
A juicio de la especialista en historia económica Deirdre McCloskey, lo que nos ha aportado a la mayoría una mejora vida se debe al «innovacionismo». El pan de molde es un buen ejemplo de ello.
Precedentes de la ciencia
Según McCloskey, el innovacionismo sería la tendencia o costumbre a aplicar ideas nuevas para elevar el nivel de vida. Y muchas innovaciones precedieron a la ciencia en la que se basaban (Newcomen, inventor de la máquina de vapor, o Arkwright, impulsor de la revolución téxtil, o Stepehenson, padre del ferrocarril, eran hombres con poca formación académica y de origen humilde).
Más tarde sí que la ciencia contribuiría al creciente ritmo de invención, y la línea entre descubrimiento e invención se volvería más difusa, pero el pensamiento deductivo apenas tuvo calado en los primeros años de la revolución industrial, una época en la que escaseaban los filósofos de la naturaleza.
El pan de molde es un ejemplo interesante en ese sentido: una forma de cortar el pan de forma automática para hacer bocadillos estandarizados. Este avance tuvo lugar en 1928, y en una pequeña localidad estadounidense, Chillicothe, en Misuri, como explica Matt Ridley en su libro Las claves de la innovación:
Muchas personas intentaron inventar una máquina para cortar y envasar pan en rebanadas, pero funcionaba mal o el pan se ponía duro por no estar bien empaquetado.
Lo consiguió Otto Frederick Rohwedder por un detalle crucial: tenía que inventar tanto la máquina eléctrica para cortar el pan como el empaquetado automático del pan para evitar que las rebanadas se endurecieran. El resto fue un golpe de suerte. El azar, en la innovación, es crucial, pero ese tipo de azar solo se produce en determinados ecosistemas.
La innovación surge cuando hay libertad para pensar, experimentar y especular. Ocurre cuando hay libertad para comercial. Aparece cuando la gente disfruta de cierta prosperidad y no está desesperada. Es un tanto contagiosa. Necesita inversión. Por lo común se da en las ciudades.
Una buena serie para enteder todas las implicaciones sobre la innovación, y también quienes se resisten a ellos, ya sean luditas, como posmodernos o malthusianos, es el manga y anime Dr.Stone: todo un canto a las virtudes de la Ilustración. Uno de los personajes, de hecho, es un chamán aficionado a la magia que finalmente descubrirá que la ciencia es mucho más poderosa, pero que la innovación es lo que realmente hace que el mundo valga la pena porque ayuda a curar a los heridos, permite ver a los miopes o ayuda… fabricar algodón de azúcar o una bebida de cola. Podéis ver más sobre esta serie en el siguiente vídeo:
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El pan de molde y el «innovacionismo», no la ciencia, es lo que permite que prosperemos como civilización
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En la Universidad de Cambridge, más del 80 % de los más de 1.500 empleados votó a favor de una moción para reemplazar una política universitaria que exige ‘respeto’ por las creencias.
Esto nos pone en la pista de que los académicos en ciencias sociales y humanidades (SSH) en Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña también tiene una orientación a la libertad de expresión más fuerte de lo que suponen muchos conservadores u observadores moderados.
Bajo algunos supuestos
La mayoría de los académicos de Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá no apoyan el despido de académicos que sean políticamente incorrectos, según un nuevo informe del Centro para el estudio del partidismo y la ideología (CSPI).
La base de datos de cancelaciones de la Asociación Nacional de Académicos registra 65 campañas contra académicos en 2020, un fuerte aumento de las 12-13 reportadas durante 2018 y 2019. ¿Cuánto apoyo hay para tales acciones entre los académicos?
Para averiguarlo, se preguntó a académicos y estudiantes de doctorado sobre cuatro escenarios hipotéticos. Estos incluyeron a un académico cuyo trabajo encontró que ‘una mayor diversidad étnica conduce a una mayor tensión social y a peores resultados sociales’, un segundo donde el investigador afirmó que `el imperio británico hizo más bien que mal’, un tercero en el que ‘a los niños les va mejor cuando tienen dos padres biológicos que padres solteros o adoptivos’, y un cuarto donde ‘una mayor proporción de mujeres y minorías étnicas en las organizaciones se correlaciona con un desempeño más reducido’.
Finalmente, se preguntó a los sujetos si se debería alentar a un miembro del personal que favorecía una menor inmigración a encontrar otro trabajo.
Los resultados de 706 académicos estadounidenses de SSH se muestran en la primera tabla. Estos datos muestran que en la mayoría de los casos, solo el 7-8 por ciento de los académicos respaldaron la cancelación. Solo en el caso de la pregunta de desempeño hubo una proporción mayor, pero incluso aquí solo alcanzó el 18 por ciento. Los hallazgos británicos y canadienses fueron casi idénticos.
En términos más generales, cuando se les preguntó si priorizan la justicia social o la libertad académica, el 56 por ciento de los académicos estadounidenses de SSH respondió la libertad académica y solo el 28 por ciento dijo justicia social, y el resto no estaba seguro. Los resultados canadienses fueron similares. Sin embargo, entre los estudiantes de doctorado encuestados en una muestra principalmente estadounidense, el 40 por ciento respaldó la justicia social contra el 34 por ciento a favor de la libertad académica.
Por consiguiente, bien la mayoría de los académicos no apoyan la cultura de cancelación, pues, muchos tampoco se oponen a ella.
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La mayoría de académicos no apoya la cultura de la cancelación aunque el investigador sea políticamente incorrecto (con matices)
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Sergio Parra
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Estudios con gemelos demuestran que la educación autoritaria y severa fomenta la conducta antisocial en la descendencia.
En el tejido cerebral post-mortem, astrocitos y microglía incrementan su actividad, mientras las neuronas se degradan.