Conan, la bacteria ‘invencible’ que podría sobrevivir 280 millones de años en el subsuelo de Marte

Por 25/10/2022 Portal

La ciencia ha descartado casi por completo que en Marte vivan civilizaciones inteligentes, grandes animales o insectos, tal y como los conocemos en la Tierra. En aquel desierto helado, si es que hay organismos vivos, los científicos esperan encontrarlos seguramente en el formato más resistente en el que se encuentran en nuestro mundo: en forma de bacterias, virus u hongos. Entre los más resistentes, se encuentra el robusto microbio Deinococcus radiodurans , conocido popularmente como ‘ Conan, la bacteria ‘. No en balde este ser puede soportar dosis de radiación hasta 1.500 veces mayores que las que causarían la muerte humana (por lo que ha entrado en el Libro Guinness de los Récords). Un equipo de científicos estadounidense ha descubierto que es aún más resistente de lo que se pensaba y que enterrada en el suelo de Marte podría soportar hasta 280 millones de años, convirtiéndose en una nueva esperanza para encontrar vida en nuestro vecino. O también una amenaza, ya que estos microbios podrían ser portados en futuras misiones y contaminar el suelo marciano durante millones de años, lo que podría llevar a equívocos a la hora de, precisamente, la búsqueda de vida. Los resultados acaban de publicarse en la revista ‘ Astrobiology ‘. «Llegamos a la conclusión de que la contaminación terrestre de Marte sería esencialmente permanente, durante períodos de tiempo de miles de años», explica Brian Hoffman , de la Universidad Northwestern y coautor principal del estudio. «Esto podría complicar los esfuerzos científicos para buscar vida marciana. Asimismo, si los microbios evolucionaran en Marte, podrían ser capaces de sobrevivir hasta el día de hoy. Eso significa también que devolver muestras de Marte podría contaminar la Tierra». Noticias Relacionadas estandar No ¿Y si la próxima pandemia viene del deshielo? Expertos alertan del alto peligro de virus dormidos en glaciares María Carbajo estandar No El multimillonario Dennis Tito, primer turista espacial, viajará a la Luna con SpaceX ABC Ciencia Simulando las condiciones de Marte Vivir en Marte no es fácil: la temperatura media es de -63 ºC en latitudes medias y constantemente es bombardeado por una intensa radiación que acabaría con la gran mayoría de la vida que florece en la Tierra. Precisamente para explorar qué podría sobrevivir allí, el equipo determinó los límites de supervivencia de la radiación ionizante de la vida microbiana. Después, expusieron seis tipos de bacterias y hongos terrestres a una superficie marciana simulada, en condiciones de congelación y clima desértico, y a rayos gamma o protones para imitar la radiación espacial. «No hay agua que fluya o agua significativa en la atmósfera marciana, por lo que las células y las esporas se secarían», explica Hoffman. «También se sabe que la temperatura de la superficie de Marte es más o menos similar a la del hielo seco, por lo que está profundamente congelada». En el experimento algunos microorganismos, como las esporas de Bacillus , que pueden sobrevivir millones de años en la Tierra, resistieron; sin embargo, ninguna como Conan, que aguantó ingentes cantidades de radiación en condiciones secas y heladas. Enterrando bacterias El siguiente experimento fue regular la radiación: al máximo en caso de estar sobre la superficie; bajando la intensidad para simular un enterramiento a profundidad (diferentes estudios apuntan a que algún tipo de vida podría haber ‘migrado’ hacia el interior). Para comprobar qué estaba ocurriendo, el equipo utilizó una técnica de espectroscopia avanzada para medir la acumulación de antioxidantes de manganeso en las células de los microorganismos irradiados. Según Hoffman, el tamaño de la dosis de radiación que un microorganismo o sus esporas pueden sobrevivir se correlaciona con la cantidad de antioxidantes de manganeso que contiene. Por lo tanto, más antioxidantes de manganeso significan más resistencia a la radiación y una mayor supervivencia. Estudios anteriores encontraron que la bacteria Conan, cuando está suspendida en líquido y justo debajo de la superficie de Marte, puede sobrevivir a 25.000 unidades de radiación, el equivalente a aproximadamente 1,2 millones de año. Pero el nuevo estudio halló que cuando la abundante bacteria se seca, se congela y se entierra profundamente, lo que sería típico en un entorno marciano, podría soportar 140.000 unidades de radiación. Esta dosis es 28.000 veces superior a la que mataría a un humano. Aunque Conan solo pudo sobrevivir durante unas pocas horas en la superficie mientras estaba bajo luz ultravioleta, su vida mejora sustancialmente cuando está a la sombra o se encuentra directamente debajo de la superficie de Marte. Enterrado a solo 10 centímetros, su período de supervivencia aumenta a 1,5 millones de años. Y, cuando se entierra a 10 metros de profundidad, la bacteria podría sobrevivir la friolera de 280 millones de años. Los ‘gemelos’ marcianos de Conan Según descubrieron los investigadores, Conan resistió gracias a la estructura de su ADN: sus cromosomas y plásmidos (ambas moléculas con información genética que se encuentran en las bacterias y algunos otros organismos microscópicos), que normalmente están separados, en este caso están unidos entre sí, lo que les mantiene en una perfecta alineación y listos para repararse después de una radiación intensa. Los autores mantienen que si un microbio, similar a la bacteria Conan, evolucionó durante un tiempo en que el agua fluyó por última vez en Marte, entonces sus restos vivos aún podrían estar latentes en el subsuelo profundo. Sin embargo, se calcula que el agua fluyó en nuestro vecino hasta hace 2.500 millones de años, mucho más tiempo de la supervivencia estimada de D. radiodurans . ¿Cómo es posible? «A pesar de que el agua líquida pudo desaparecer, el paisaje de Marte es frecuentemente alterado y derretido por impactos de meteoritos», señala Hoffman. «Estos calentamientos periódicos podrían haber permitido la repoblación y la dispersión intermitente de estos seres». Es decir, que el calentamiento de la superficie tras el impacto de rocas llegadas desde el espacio ‘rehidrataría’ el suelo y elevaría la temperatura, ‘despertando’ de nuevo este tipo de seres. «Además, si alguna vez existió vida marciana, incluso si ahora no hay formas de vida viables en Marte, sus macromoléculas y virus sobrevivirían mucho, mucho más tiempo. Eso fortalece la probabilidad de que, si la vida alguna vez evolucionó en Marte, esto se revelará en futuras misiones». MÁS INFORMACIÓN noticia No Así se preparó la Tierra para albergar vida noticia No Una toxina que hace vomitar a los cerdos, clave para desentrañar el misterio del origen de un meteorito marciano Y no habrá que esperar demasiado, ya que el rover Perseverance, de la NASA, ya está recogiendo muestras que regresarán a la Tierra en la próxima década; y proyectos como el rover europeo Rosalind Franklin o el estadounidense Mars Life Explorer podrían dar con los primeros restos de vida (presente o pasada) en nuestro vecino rojo.