Descubren la causa del misterioso síndrome de La Habana entre los espías de EE.UU.

Por 09/12/2020 Portal

Descubren la causa del misterioso síndrome de La Habana entre los espías de EE.UU.

Por 09/12/2020 Portal

A finales de 2016 el personal que trabajaba en la embajada de Estados unidos en La Habana, Cuba, empezó a mostrar misteriosos síntomas, «crónicos y debilitantes», que incluían problemas de visión, vértigo y falta de concentración; la mayoría escuchaba un fuerte zumbido en su cabeza y sentía dolor de oídos. Años después, los empleados del consulado de Estados Unidos en Guangzhou, China y el personal de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) en Rusia comenzaron a mostrar síntomas similares. Este misterioso mal pasó a conocerse como «síndrome de La Habana».

La semana pasada, la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos publicó los resultados de un informe, firmado por 19 expertos, en el que apuntan cuál «es el mecanismo más plausible» causante del síndrome, en base a las evidencias: se trata de un «pulso» de radiofrecuencias «dirigido», si bien no han querido descartar que otros factores secundarios influyeran en los síntomas, según ha informado «The New York Times».

Radiación de baja energía
El comité de expertos, a instancia del Departamento de Estado, consideró la posible influencia de muchas causas, como agentes químicos, enfermedades infecciosas o problemas psicológicos. Pero concluyó que los síntomas son «compatibles» con los efectos de alguna forma de radiación de baja energía, como microondas u ondas de radio, de acuerdo con estudios hechos hace ya medio siglo por fuentes occidentales y soviéticas.

Las conclusiones descartan que la fuente causante de los síntomas sea una forma de energía «continua», lo que descarta otros generadores de estas ondas, como los teléfonos móviles. Por tanto, y aunque apuestan por la prudencia, apuntan a algún tipo de dispositivo en manos de una potencia extranjera.

Sin embargo, según el comité no es posible «descartar otros posibles mecanismos», por lo que considera «que es probable que varios factores expliquen algunos causas y las diferencias entre otros». Por ejemplo, algunos síntomas aparecieron de repente, mientras que otros se desarrollaron de forma más progresiva.

El informe también ha recogido los testimonios de algunos de los pacientes, quienes comentaron que la sensación de dolor y de presión venía de un punto concreto de una cierta habitación, lo que apoya la idea de que el síndrome estuviera causado por una fuente de energía dirigida.

¿Está Moscú detrás?
El informe no ha culpado a ningún agente externo, pero ya en 2018 las agencias de inteligencia de Estados Unidos apuntaron a Rusia. «La mera consideración de este escenario genera preocupaciones sobre un mundo con actores malvados desinhibidos y nuevas herramientas para dañar a otros», ha escrito en el informe David Relman, presidente del comité.

Como conclusión, el comité ha recomendado preparar planes y protocolos para investigar futuros casos. Además, ha apuntado a la posibilidad de que futuros eventos de este tipo «sean más difíciles de reconocer rápidamente», porque estén más dispersos en «el tiempo y el espacio».

Oficialmente, la CIA no ha apuntado a Moscú como culpable de los supuestos ataques, pero tanto analistas, como displomáticos y científicos coinciden en que las evidencias apuntan a Rusia. De hecho, este país tiene un largo historial de experimentación con la tecnología de radiofrecuencias, según «The New York Times». Tal como recuerda la información publicada en el rotativo, la Unión Soviética atacó la embajada de Estados Unidos en Moscú con microondas en los setenta y en los ochenta.

A finales de 2016 el personal que trabajaba en la embajada de Estados unidos en La Habana, Cuba, empezó a mostrar misteriosos síntomas, «crónicos y debilitantes», que incluían problemas de visión, vértigo y falta de concentración; la mayoría escuchaba un fuerte zumbido en su cabeza y sentía dolor de oídos. Años después, los empleados del consulado de Estados Unidos en Guangzhou, China y el personal de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) en Rusia comenzaron a mostrar síntomas similares. Este misterioso mal pasó a conocerse como «síndrome de La Habana».

La semana pasada, la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos publicó los resultados de un informe, firmado por 19 expertos, en el que apuntan cuál «es el mecanismo más plausible» causante del síndrome, en base a las evidencias: se trata de un «pulso» de radiofrecuencias «dirigido», si bien no han querido descartar que otros factores secundarios influyeran en los síntomas, según ha informado «The New York Times».

Radiación de baja energía
El comité de expertos, a instancia del Departamento de Estado, consideró la posible influencia de muchas causas, como agentes químicos, enfermedades infecciosas o problemas psicológicos. Pero concluyó que los síntomas son «compatibles» con los efectos de alguna forma de radiación de baja energía, como microondas u ondas de radio, de acuerdo con estudios hechos hace ya medio siglo por fuentes occidentales y soviéticas.

Las conclusiones descartan que la fuente causante de los síntomas sea una forma de energía «continua», lo que descarta otros generadores de estas ondas, como los teléfonos móviles. Por tanto, y aunque apuestan por la prudencia, apuntan a algún tipo de dispositivo en manos de una potencia extranjera.

Sin embargo, según el comité no es posible «descartar otros posibles mecanismos», por lo que considera «que es probable que varios factores expliquen algunos causas y las diferencias entre otros». Por ejemplo, algunos síntomas aparecieron de repente, mientras que otros se desarrollaron de forma más progresiva.

El informe también ha recogido los testimonios de algunos de los pacientes, quienes comentaron que la sensación de dolor y de presión venía de un punto concreto de una cierta habitación, lo que apoya la idea de que el síndrome estuviera causado por una fuente de energía dirigida.

¿Está Moscú detrás?
El informe no ha culpado a ningún agente externo, pero ya en 2018 las agencias de inteligencia de Estados Unidos apuntaron a Rusia. «La mera consideración de este escenario genera preocupaciones sobre un mundo con actores malvados desinhibidos y nuevas herramientas para dañar a otros», ha escrito en el informe David Relman, presidente del comité.

Como conclusión, el comité ha recomendado preparar planes y protocolos para investigar futuros casos. Además, ha apuntado a la posibilidad de que futuros eventos de este tipo «sean más difíciles de reconocer rápidamente», porque estén más dispersos en «el tiempo y el espacio».

Oficialmente, la CIA no ha apuntado a Moscú como culpable de los supuestos ataques, pero tanto analistas, como displomáticos y científicos coinciden en que las evidencias apuntan a Rusia. De hecho, este país tiene un largo historial de experimentación con la tecnología de radiofrecuencias, según «The New York Times». Tal como recuerda la información publicada en el rotativo, la Unión Soviética atacó la embajada de Estados Unidos en Moscú con microondas en los setenta y en los ochenta.