Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Australia (ANU) y la Universidad de Bremen, en Alemania, ha descubierto que, hace alrededor de 1.600 millones de años, los océanos y lagos de la Tierra estaban poblados, y probablemente dominados, por unos organismos que podrían haber sido los primeros depredadores en nuestro planeta. El hallazgo de estas criaturas, los miembros más antiguos de nuestro propio linaje y conocidas como la ‘biota de protosterol’, se publica este miércoles en ‘Nature’. Estas criaturas microscópicas forman parte de una familia de organismos unicelulares llamados eucariotas. A diferencia de los procariotas, los eucariotas tienen una estructura celular compleja que incluye una membrana, mitocondrias, que son las ‘centrales eléctricas’ de la célula, y un núcleo bien diferenciado que actúa como centro de control e información. En la actualidad, las eucariotas que habitan la Tierra incluyen a todos los hongos, las plantas, los animales y a un gran número de organismos unicelulares como las amebas. Los seres humanos y todas las demás criaturas ‘nucleadas’ pueden rastrear su linaje ancestral hasta el Last Eukaryotic Common Ancestor (último ancestro común eucariota o LECA). LECA, a no confundir con LUCA (Last Ultimate Common Ancestor , el último antepasado común, la primera forma de vida que existió en la Tierra) vivió hace más de 1.200 millones de años. Noticia Relacionada estandar Si Así pudo resistir la vida en una Tierra totalmente congelada José Manuel Nieves Durante el último período ‘Tierra bola de nieve’ pudo existir una franja ecuatorial de aguas abiertas y no cubierta por los hielos que sirvió de refugio a la vida hace más de 600 millones de años Según explican los investigadores, estas antiquísimas criaturas fueron muy abundantes en los ecosistemas marinos de todo el mundo y probablemente dieron forma a esos ecosistemas durante la mayor parte de la historia de la Tierra. De hecho, la biota de protosterol vivió al menos mil millones de años antes de la aparición de cualquier animal o planta. «Los restos moleculares de la biota de protosterol detectados en rocas de 1.600 millones de años -afirma Benjamin Nettersheim, de la Universidad de Bremen y coautor del estudio- parecen ser los restos más antiguos de nuestro propio linaje: vivieron incluso antes de LECA. Las formas modernas de eucariotas son tan poderosas y dominantes en la actualidad que seguramente conquistaron y dominaron los antiguos océanos de la Tierra hace más de mil millones de años». En busca de pruebas fósiles Durante mucho tiempo, los científicos han buscado pruebas fósiles de estos primeros eucariotas, pero sus restos físicos son extremadamente escasos. Los antiguos océanos de la Tierra eran, en gran parte, algo similar a un inmenso caldo bacteriano. Sin embargo, uno de los mayores enigmas de la evolución temprana, aún sin respuesta por parte de los científicos, es la razón por la que nuestros ancestros eucariotas no llegaron a dominar las antiguas vías fluviales del mundo. O por lo menos no dejaron en ellas rastro alguno. «Nuestro estudio -asegura Nettersheim- le da la vuelta a esta teoría. Mostramos que la biota de protosterol se escondía a simple vista pero, de hecho, abundaba en los antiguos océanos y lagos del mundo todo el tiempo. Los científicos simplemente no sabían cómo buscarlos, hasta ahora». Más complejos que las bacterias Jochen Brocks, de la Universidad Nacional de Australia y coautor principal del trabajo junto a Nettersheim, cree que la biota de protosterol seguramente era más compleja que las bacterias y presumiblemente más grande, aunque se desconoce cuál era exactamente su aspecto. «Creemos -dice el científico- que pueden haber sido los primeros depredadores en la Tierra, cazando y devorando bacterias». Según el artículo, estas extraordinarias criaturas prosperaron durante más de 800 millones de años, desde hace unos 1.600 hasta hace alrededor de 800 millones de años. El final de este período en la línea de tiempo evolutiva de la Tierra se conoce como la ‘Transformación del Tónico’, cuando los organismos nucleados más avanzados, como los hongos y las algas, comenzaron a florecer. Pero se desconoce exactamente cuándo se extinguió la biota de protosterol. «La Transformación del Tónico -dice Brocks- es uno de los puntos de inflexión ecológicos más profundos de toda la historia de nuestro planeta. Así como los dinosaurios tuvieron que extinguirse para que nuestros ancestros mamíferos pudieran volverse grandes y abundantes, también la biota de protosterol tuvo que desaparecer mil millones de años antes para dejar espacio a los eucariotas modernos«. Moléculas de grasa Para llevar a cabo su descubrimiento, los investigadores estudiaron moléculas de grasa fósil encontradas en el interior de una roca de 1.600 millones de años que se había formado en el fondo del océano, cerca de lo que ahora es el Territorio del Norte de Australia. Las moléculas poseían una estructura química primordial que insinuaba la existencia de criaturas complejas tempranas que evolucionaron antes de LECA. «Sin estas moléculas -afirma Nettersheim-, nunca hubiéramos sabido que existía la biota de protosterol. Los primeros océanos parecían ser en gran medida un mundo bacteriano, pero nuestro nuevo descubrimiento muestra que probablemente no fue así«. MÁS INFORMACIÓN noticia Si Morten Meldal, Nobel de Química: «Enamorarse es química, tener hambre es química, todo es química» noticia No Y los lagartos transformaron sus islas… Consiguen la mejor prueba hasta ahora de ‘evolución invertida’ En palabras de Brock, «durante cuatro décadas, los científicos habían pasado por alto estas moléculas porque no se ajustaban a las típicas imágenes de búsqueda molecular. Pero una vez que supimos lo que estábamos buscando, descubrimos que docenas de otras rocas, tomadas de vías fluviales de miles de millones de años en todo el mundo, también rezumaban moléculas fósiles similares».