Cuando no hay tiempo que perder, hay que ir a por todas. Esta debe de ser la máxima de los machos de la diminuta araña roja, que ‘desnudan’ a las hembras cerca de madurar para que estén disponibles para el apareamiento lo antes posible. Este «comportamiento excepcional» en el reino animal ha sido descrito en la revista iScience por un equipo de investigadores de la Universidad de Viena. La araña roja es uno de los múltiples nombres por los que se conoce a unos diminutos ácaros ( Tetranychus urticae ) , considerados una plaga de plantas y jardines y que apenas se pueden ver a simple vista. El macho protege a la hembra durante horas para que ningún rival se acerque, hasta que, en un momento dado, le arranca su exoesqueleto (la cutícula o cubierta exterior, que la protege hasta la madurez) dispuesto a inseminarla en lo que parece un loco y violento arrebato de pasión. Este pequeño ‘donjuan’ tiene un motivo: ha invertido mucho tiempo y energía en la futura pareja como para malgastarlos. Un tiempo que no ha dedicado a otras opciones amorosas ni a alimentarse y en el que, además, ha estado más expuesto a posibles depredadores. Si espera, corre el riesgo de que otro macho entre en escena y se lleve el ‘premio’ sin haber hecho absolutamente nada, algo que suele ser común. ¿La solución? El aquí te pillo, aquí te mato: ‘Desnudar’ a la hembra para hacerla suya de inmediato. Según Peter Schausberger, coautor del estudio, este comportamiento «aumenta su éxito reproductivo». Noticia Relacionada estandar No El secreto de las hormigas australianas para defenderse: que la colonia entera se haga la muerta ABC Ciencia Descubiertas accidentalmente mientras los investigadores revisaban nidos de zarigüeyas pigmeas y murciélagos en la Isla Canguro, el hormiguero de Polyrhachis femorata parecía estar muerta… hasta que una se movió Además, en los ácaros araña, la competencia por el primer apareamiento es especialmente intensa. Eso es así porque el primer compañero de cópula de una hembra es el que engendra toda la descendencia. De hecho, los machos solo engendran a las hijas, porque los hijos surgen de huevos no fertilizados. Debido a esta competencia por ser el número uno, los machos protegen a las hembras jóvenes durante varias horas antes de que muden a la etapa adulta. Tamborilean con las patas «Durante aproximadamente una o dos horas antes de la muda, las hembras adquieren una apariencia plateada debido al aire que llena el espacio entre la piel vieja, llamada exuvia, y la piel nueva; en esta fase, los machos protectores cambian su comportamiento: a veces tamborilean con las patas delanteras sobre las hembras, posiblemente para estimularlas a iniciar el proceso de muda, y hacer que las hembras se abulten y agrieten la exuvia», explica Schausberger. «Al romper la exuvia, el macho guardián se vuelve muy activo y tira de la parte trasera de la piel vieja con sus pedipalpos (el segundo par de apéndices de los arácnidos) hasta sacarla del cuerpo de la hembra. Así, la abertura genital de la hembra, que se encuentra en la parte inferior de la punta de su abdomen, queda expuesta para que el macho pueda deslizarse debajo e insertar su edeago (el órgano copulador de los insectos machos)», dice el investigador. «Las hembras que son desnudadas por un macho primero se deshacen de la parte trasera de la piel vieja debido al tirón del macho, mientras que las hembras que mudan sin ayuda primero se quitan la parte delantera de la piel vieja», continua. MÁS INFORMACIÓN noticia No La gran ‘máquina de matar’ del Cámbrico, no tan fuerte como se creía noticia No ¿Por qué las abejas mueren tras la picadura? Para los investigadores, estos hallazgos ofrecen otro ejemplo más de los comportamientos fascinantes que son impulsados por la selección sexual. También son un recordatorio de que incluso los arácnidos diminutos pueden ser muy sofisticados .