El hombre que vivió dos meses con un corazón de cerdo latiendo en su pecho, el estadounidense David Bennett, recibió en el trasplante un polizón indeseado: un citomegalovirus porcino, un virus animal que podría haber contribuido a su fallecimiento el 8 de marzo. Bennett, de 57 años, fue la primera persona —y de momento la única— que ha vivido gracias a un órgano de cerdo. La operación fue presentada como un éxito, con vídeos del paciente viendo la final del campeonato de fútbol americano, pero su estado se empezó a torcer al mes y medio y finalmente murió por causas hasta ahora desconocidas.