Durante dos cursos, un grupo de investigadores estuvo midiendo la contaminación acústica provocada por el tráfico frente a varias decenas de escuelas barcelonesas, en sus patios y dentro de las aulas. Los resultados del trabajo, recién publicados en PloS Medicine, muestran que cuantos más decibelios, peor rendimiento cognitivo de los escolares. El trabajo, que debería ser repetido en otras ciudades y a lo largo del tiempo para ver los efectos a largo plazo, desvela que los picos de ruido interfieren más que los niveles medios sostenidos.