Las unidades de cuidados intensivos (UCI) pediátricas han vuelto a su vieja normalidad otoñal. Después de un par de años de cierto desorden en el ecosistema de los virus respiratorios a causa de la expansión de la covid, el virus respiratorio sincitial, que causa la mayoría de las bronquiolitis en los niños más pequeños, ha vuelto a hacer acto de presencia en su temporada habitual, a las puertas del invierno. La circulación de este microorganismo está al alza y, con ella, el auge de infecciones respiratorias que copan las unidades pediátricas de los hospitales. Un estudio europeo publicado la semana pasada en The Lancet Respiratory Medicine calculaba que uno de cada 56 bebés sanos nacidos a término (no prematuros) que sufre una infección por el virus respiratorio sincitial (VRS) acaba ingresado en el hospital. Los autores sugieren que vacunar a embarazadas o lactantes en el primer año de vida podría reducir la carga sanitaria al evitar los efectos más agresivos de este virus.