En la Tierra hay un número ‘exponencialmente mayor’ de bacterias de lo que creíamos

Por 05/06/2023 Portal

Casi tres millones de tipos diferentes. Ese es el extraordinario número de especies de bacterias que viven en los arrecifes de coral del Océano Pacífico. Al descubrirlo, la sorpresa de los investigadores fue mayúscula porque esa cifra, tres millones, es muy similar a la que se maneja para referirse al total de la variedad del microbioma terrestre. En otras palabras, al parecer hemos subestimado, y mucho, la diversidad de bacterias que viven en nuestro planeta. El estudio, durante dos años, de 99 arrecifes del Pacífico por parte de un equipo de investigadores encabezados por el microbiólogo Pierre Galand, de la Universidad de la Sorbona en París, no deja lugar a dudas. El nuevo conteo de bacterias, el más preciso llevado a cabo hasta el momento, sugiere que el número de clases de bacterias diferentes en la Tierra es «exponencialmente más alto» de lo que pensábamos. El trabajo se ha publicado en ‘Nature Communications’. Noticia Relacionada estandar No Descubren cuáles fueron los primeros animales de la Tierra José Manuel Nieves Hace 700 millones de años, un microorganismo siguió su propio camino evolutivo e inauguró la rama de la que descienden todos los animales del planeta Los arrecifes de coral representan menos del 1 por ciento del océano, pero albergan casi un tercio de las especies marinas conocidas de animales y plantas. No en vano, se encuentran entre los ecosistemas más diversos de la Tierra. Y los microbios resultan esenciales para mantener saludables a la plétora de criaturas que viven ahí. A pesar de su importancia, sin embargo, a los científicos no les resulta fácil saber cuántas clases de bacterias hay, y qué es lo que hace exactamente cada una. La mayoría de los estudios estudian las especies que viven en una pequeña parcela del arrecife, o se centran en una única especie. Pero las investigaciones globales escasean, porque son muy difíciles y costosas de hacer. Expedición Tara La expedición de Galand y sus colegas, llamada Tara , se llevó a cabo entre 2016 y 2018. Durante ese tiempo, los investigadores visitaron 99 arrecifes de coral diferentes, y en cada uno de ellos recolectaron muestras de plancton, tres especies de coral y dos especies de peces, acumulando un total de 5.392 muestras. Luego, el equipo clasificó cuántas variedades de bacterias podían encontrar en cada muestra, basándose en las diferencias genéticas entre los microbios. Así, secuenciaron una sección clave del ADN de las bacterias y arqueas presentes en las muestras, de las que resultaron unos 3.000 millones de secuencias genéticas. Entre ellas hallaron más de medio millón de secuencias únicas, lo que indica una enorme diversidad microbiana. La palabra ‘especie’ no funciona demasiado bien cuando se aplica a las bacterias, porque a menudo resulta difícil comparar características físicas concretas en organismos tan pequeños. Pero con los análisis genéticos es diferente. Gracias a ellos, en efecto, los investigadores identificaron más de 540.000 variedades bacterianas que viven en los tres tipos de organismos analizados (plancton, coral y peces). Y resulta que solo ese número, obtenido de una pequeña representación de la fauna presente en los arrecifes del Pacífico, representa ya cerca del 20 por ciento del total estimado de las clases de bacterias que viven en la Tierra, que oscila entre los 2,72 y los 5,44 millones. Por eso, teniendo en cuenta la gran cantidad de especies de peces y corales que viven en el Pacífico occidental y central, Galand y su equipo estimaron que sólo en los arrecifes de coral de ese océano deben existir por lo menos seis veces más tipos de bacterias que los encontrados. Es decir, alrededor de 2,8 millones de tipos diferentes. MÁS INFORMACIÓN noticia No Descubren que el Universo entero se está… evaporando noticia No Primeras imágenes en directo desde la órbita de Marte Con todo, los autores creen que la diversidad real de las bacterias que viven en los arrecifes de coral podría ser aún mayor, porque las herramientas moleculares utilizadas para estudiar el material genético a menudo excluyen, y pasan por alto, organismos que los científicos desconocen y que, por tanto, no figuran en ninguna base de datos.