Una rara polilla gigante ha sido encontrada recientemente en las obras de un colegio de Australia. El colosal insecto es tan pesado que no puede volar y alcanza su peso máximo unos días antes de aparearse. Después, muere. Se trata de la polilla gigante de la madera (Endoxyla cinereus), la especie de polilla más grande del mundo. Cuando está completamente desarrollada, una hembra de E. cinereus es el doble de grande que el macho, y pueden llegar a pesar hasta 30 gramos y alcanzar los 25 centímetros. Oriundas de Australia y Nueva Zelanada, viven de forma efímera en lo profundo de los bosques y los humanos no suelen tener la suerte de ver uno de estos especímenes muy a menudo.
Los constructores que trabajaban en Mount Cotton State School descubrieron la polilla gigante mientras construían un nuevo edificio del colegio al borde de la selva tropical, el hábitat de estos insectos. Después de hacerle algunas fotos, los trabajadores devolvieron la polilla a la naturaleza.
Meagan Steward, la directora de la escuela, lo describió como «un hallazgo asombroso», si bien aseguran que están acostumbrados a estas ‘visitas’ ya que a menudo se encuentran con animales como koalas, patos, serpientes, ranas arborícolas, zarigüeyas y tortugas, según un comunicado de la escuela.
Las larvas de estos insectos, que también son de gran tamaño, quedan enterradas dentro de los árboles de eucalipto antes de volver a emerger alrededor de un año después como orugas. Una vez se forman, tejen largos hilos para descender al suelo y alimentarse de las raíces de los ábroles. Más tarde ocurre la metamorfosis, en la que emergen en su gigantesca forma final, según explica el Australian Museum.
Después de salir del capullo, los machos más pequeños pueden volar distancias cortas para buscar hembras y aparearse en el suelo. Si la reproducción tiene éxito, la hembra pondrá alrededor de 20.000 huevos diminutos que eclosionarán para convertirse en larvas. Sin embargo, la gente rara vez ve a estas polillas gigantescas porque suelen morir rápidamente después del proceso de reproducción, ya que les supone tanta energía que acaban falleciendo.
Como la escuela estaba cerrada cuando descubrieron la polilla, los estudiantes no pudieron ver de primera mano al insecto gigante. Sin embargo, las fotografías de la polilla inspiraron una sesión de escritura creativa en la que los alumnos acabaron inventando la historia de una «invasión de la polilla gigante» cuyo final se escribe con «la muerte de la Sra. Wilson siendo devorada», tal y como han explicado en el comunicado del colegio.