Los conocidos como círculos de hadas son unos patrones circulares que aparecen en zonas áridas de forma natural. Son círculos de suelo desnudo rodeados de anillos de vegetación, que hasta ahora únicamente se habían descrito en las regiones desérticas de Namibia y Australia. Las hipótesis de las razones detrás de estas formaciones son varias: la acción de insectos o el crecimiento autorregulado explicaban hasta ahora este extraño fenómeno. Ahora, científicos españoles han elaborado un atlas y hallado más de 250 áreas en todo el mundo que presentan estos enigmáticos círculos, demostrando que son mucho más comunes de lo pensado. Los resultados acaban de publicarse en la revista ‘ Proceedings of the National Academy of Sciences ‘ (PNAS). El estudio, en el que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) a través del Laboratorio de Biodiversidad y Funcionamiento Ecosistémico (BioFunLab) del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología (IRNAS-CSIC), incluye factores novedosos para explicar por qué surgen estos patrones en el suelo. En concreto, analiza los factores climáticos, edáficos y ambientales que determinan su distribución a escala global gracias a que se ha ampliado el catálogo de lugares que cuentan con estas formaciones. «Analizar sus efectos en el funcionamiento de los ecosistemas y descubrir los factores ambientales que determinan su distribución es fundamental para comprender mejor las causas de la formación de estos patrones de vegetación y su importancia ecológica», indica Emilio Guirado, el investigador principal de este estudio, que forma parte del Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio de la Universidad de Alicante (UA). Con la ayuda de modelos basados en inteligencia artificial, los científicos clasificaron imágenes satelitales y obtuvieron 263 sitios donde se pueden observar patrones similares a los círculos de hadas descritos hasta la fecha, los de Namibia y Australia Occidental, incluyendo el Sahel, el Sáhara Occidental, el Cuerno de África, Madagascar, el suroeste de Asia o Australia Central. «Nuestro estudio proporciona evidencias de que las formaciones de vegetación en círculos de hadas son mucho más comunes de lo que se pensaba con anterioridad, lo que nos ha permitido, por primera vez, comprender globalmente los factores que afectan a su distribución», destaca Manuel Delgado Baquerizo, líder del BioFunLab del IRNAS-CSIC y coautor de esta investigación. Las condiciones para que surjan los círculos de hadas Los investigadores encontraron que la combinación de determinadas características del suelo y el clima, como presentar un bajo contenido de nitrógeno y una precipitación media inferior a 200 mm/año, se relacionaron con la presencia de círculos de hadas. Tanto las termitas como las hormigas tuvieron una importancia baja como predictores a escala global. Sin embargo, a una escala regional, las termitas fueron un factor predictivo más importante en Namibia que en regiones como el Sahel o Australia. «Este estudio ha tenido en cuenta múltiples variables hasta la fecha no consideradas, como el albedo o el estado de los acuíferos», señala Jaime Martínez-Valderrama, científico de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA-CSIC) y coautor del estudio. Los autores del estudio también compararon la estabilidad de la productividad primaria de la vegetación de los círculos de hadas con la de otros ecosistemas y encontraron una mayor invariabilidad cuando los círculos de hadas estaban presentes. «Estos resultados proporcionan la primera evidencia empírica de una mayor estabilidad de la productividad de los círculos de hadas, una propiedad clave de los ecosistemas que está relacionada con la provisión estable de servicios ecosistémicos como la cantidad de forraje», detalla Fernando T. Maestre, catedrático de la UA. «Estos resultados también abren la puerta a investigaciones sobre si estos patrones espaciales pueden ser indicadores de la degradación de los ecosistemas con el cambio climático, como es el caso de otros patrones espaciales de la vegetación en zonas áridas», apunta Miguel Berdugo, coautor de la publicación. MÁS INFORMACIÓN noticia No Una inteligencia artificial capaz de detectar vida, nueva arma para buscar extraterrestres noticia No ‘Pangea última’, el próximo supercontinente, ya no será habitable para los humanos Los científicos también ponen a disposición de quien lo desee un atlas global de los círculos de hadas y una base de datos que podría ser de utilidad para determinar si los patrones de vegetación de los círculos de hadas son más resilientes al cambio climático y otras perturbaciones. «Esperamos que estos datos inéditos sean útiles para quienes estén interesados en comparar el comportamiento dinámico de estos patrones con otros presentes en zonas áridas de todo el mundo», finaliza Guirado.