La bacteria capaz de generar tumores vegetales

Por 27/02/2022 Portal

Las plantas, al igual que sucede en los animales, tienen hormonas que realizan funciones fisiológicas determinadas, entre las que se encuentran labores defensivas y de crecimiento y desarrollo. Así, por ejemplo, las citoquinas actúan como promotores del brote de las yemas laterales del tallo y como represores del crecimiento de las raíces, mientras que las auxinas producen el efecto contrario. La acción de ambas hormonas configura la arquitectura definitiva de una planta.

En determinadas situaciones se rompe el equilibrio hormonal y se produce un crecimiento desmesurado, que acaba dando lugar a la aparición de agallas o tumores. El origen de este proceso hay que buscarlo en una descontrolada división celular generada por la acción de ciertos organismos agalleros (virus, bacterias, hongos, ácaros, insectos o nematodos).

De enemiga a aliada
Entre las bacterias capaces de producir las agallas se encuentra la Agrobacterium tumefaciens, un bacilo GRAM negativo y flagelado que habita en los suelos. Penetra en la planta a través de las heridas provocadas durante las labores de mantenimiento o por la acción de determinados insectos y nematodos.

Cuando la bacteria infecta a una célula de la planta hospedadora se produce una secreción muy elevada de citoquinas y auxinas, cuya derivada final es el crecimiento y división celular descontrolados, que acaba dando lugar a un tejido de nueva formación, de formas y colores muy diversos.

Esta enfermedad afecta en la actualidad a más de ochenta familias diferentes de plantas herbáceas y forestales. Inicialmente las agallas son leñosas y mantienen tanto la coloración como la textura de la corteza, pero con el paso del tiempo se fragmentan y adoptan una coloración más oscura.

Adicionalmente, la bacteria consigue que la planta trabaje para ella, ya que parte de su material genético interactúa con el genoma de la planta provocando que sinteticen ‘opinas’, unos aminoácidos que sirven de fuente de nitrógeno y carbono a la bacteria.

En los últimos años se ha utilizado esta singularidad de la Agrobacterium en nuestro propio beneficio, mediante la biotecnología se ha modificado genéticamente ciertas plantas para que sean capaces de producir el insecticida Bt, una alternativa biológica a los plaguicidas.

Agallas en corona
Los tumores provocados por estas bacterias fitopatógenas pueden aparecer tanto en la raíz, como en el cuello, como en la parte aérea, dado que el microorganismo se desplaza de forma sistémica. Aquellos que aparecen en el cuello son de mayor tamaño y suelen hacerlo agrupados en formas de cadenas.

La enfermedad se suele manifestar inicialmente como pequeñas protuberancias ubicadas en la unión entre las raíces y el injerto, cerca del suelo, una malformación que se conoce con el nombre de ‘agallas en corona’.

Afortunadamente para las plantas, y a diferencia de lo que ocurre en los animales, los tumores casi nunca las matan, por lo que podrían considerarse como una respuesta de protección frente al ataque de determinados organismos. Sin embargo, hay situaciones en las que tienen efectos negativos, como por ejemplo cuando afectan a las hojas, puesto que menoscaban el proceso de la fotosíntesis.

Pedro Gargantilla es médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de varios libros de divulgación.