La guerra de las galaxias: ¿cuál es la más lejana?

Por 02/08/2022 Portal

Hace algo más de una semana, el equipo de científicos del Telescopio Espacial James Webb marcaba un nuevo hito en la detección de galaxias lejanas al identificar una, llamada GLASS-z13 , a 13.400 millones de años luz de la Tierra. Es decir, a algo menos de 400 millones de años luz del Big Bang. La galaxia, que contiene unos mil millones de estrellas, fue encontrada escrutando los datos de espacio profundo recogidos por el Webb, los mismos que sirvieron para construir la espectacular imagen publicada hace apenas unas semanas, el pasado 12 de Julio, en la que la galaxia aparece como un punto de intensos tonos rojos. Sin embargo, esos mismos datos guardaban más sorpresas, y otro equipo de astrónomos ha descubierto en ellos otra galaxia que se encuentra todavía más lejos, a más de 13.500 millones de años luz: Una galaxia que vemos cuando ‘solo’ habían pasado 235 millones de años desde el Big Bang y que, por lo tanto, debió de ser una de las primeras en formarse. La nueva galaxia, bautizada como CEERS-93316 , fue fotografiada con la cámara de infrarrojo cercano del Webb, un instrumento especialmente diseñado para captar el lejano parpadeo de las primeras estrellas que se formaron en el Universo. Noticias Relacionadas Nuevo hallazgo del James Webb Este punto rojo tiene 13.500 millones de años y es la galaxia más antigua jamás observada Patricia Biosca Secretos de alto nivel y galaxias ‘espontáneas’: lo que esconden las primeras imágenes del James Webb Patricia Biosca El nuevo resultado, que aún es preliminar y que todavía no se ha confirmado mediante el estudio de los espectros de luz de la galaxia, ha batido, pues, el récord establecido por el propio telescopio hace unos días. El hallazgo fue hecho público el pasado 26 de julio en un artículo publicado en arXiv y aún no revisado por pares. Una imagen en color de CEERS-93316, una galaxia descubierta a 35.000 millones de años luz de la Tierra. Sophie Jewell/Clara Pollock En él, C. T. Donnan , del Instituto de Astronomía de la Universidad de Edimburgo, y otra docena de astrónomos de diferentes instituciones explican que la nueva galaxia tiene un ‘corrimiento hacia el rojo’ récord de 16,7, lo que significa que en su viaje hasta aquí, y debido a la continua expansión del Universo, su luz se ha ‘estirado’ hasta ser casi 18 veces más roja que si la expansión no la estuviera alejando de nosotros. Como sucede con el sonido, las ondas luminosas se encogen y se estiran según su movimiento. Cuando una ambulancia se acerca a nosotros, su sirena suena cada vez más aguda porque las ondas que emite se comprimen debido al propio avance de la ambulancia. Al contrario, cuando se aleja el sonido de la sirena se vuelve cada vez más grave, porque las ondas sonoras se estiran a medida que la ambulancia se acerca. El mismo fenómeno, llamado efecto Doppler , se da también con las ondas de luz: cuando la fuente (por ejemplo una galaxia) se acerca a nuestra posición, las ondas de luz se comprimen y su color se desplaza hacia el azul; cuando la fuente se aleja las ondas se estiran y se produce el corrimiento hacia el rojo. Cuanto mayor sea el corrimiento hacia el rojo, mayor será la distancia de la galaxia observada y mayor su velocidad de alejamiento. No buscaban nuevas galaxias Sorprendentemente, los autores del artículo ni siquiera estaban buscando nuevas galaxias distantes, sino compilando una lista de 55 galaxias tempranas (44 de las cuales ya se conocían), para investigar lo brillantes que eran en varios momentos tras el Big Bang, una medida útil para comprender mejor cómo evolucionó el Universo en su juventud. Ahora, y para confirmar si efectivamente la nueva galaxia está tan lejos como sugiere su corrimiento hacia el rojo, los astrónomos usarán la espectroscopía para analizar la luz en determinadas longitudes de onda de todas las galaxias detectadas hasta ahora por el espectrógrafo de infrarrojos cercano del Webb. Algo que no sólo revelará la edad de la luz emitida por esas galaxias, sino también su composición química, su tamaño y su temperatura. Los investigadores creen que las primeras estrellas, que después se unieron para formar las primeras galaxias, nacieron alrededor de 100 millones de años después del Big Bang. Esas estrellas estaban compuestas casi totalmente por los elementos más ligeros, hidrógeno y helio, ya que los materiales pesados de los que están hechos los planetas aparecieron más tarde, tras ser creados en los hornos nucleares de fusión de las propias estrellas. MÁS INFORMACIÓN Un micrometeorito causa «cambios incorregibles» en el espejo principal del James Webb El espectáculo continúa: así ve el James Webb dos de las galaxias más conocidas Con todo, y visto el ritmo al que se suceden los descubrimientos del Webb, el récord de CEERS-93316 parece destinado a durar muy poco. De hecho, y gracias a su capacidad para observar a sólo 100 millones de años luz del Big Bang, es muy poco probable que esa sea realmente la galaxia más lejana que veamos. Así, y en una competencia que solo puede ser consigo mismo, todo hace pensar que en las próximas semanas y meses el mejor telescopio nunca enviado al espacio seguirá batiendo sus propios récords.