Partió hace casi medio siglo, pero aún funciona. De hecho, la Voyager 2 ahora mismo se encuentra surcando el espacio interestelar desconocido, más allá del Sistema Solar. No ha sido un camino fácil y, de hecho, ahora se encuentra en problemas: no puede recibir ni transmitir datos a la Tierra como resultado de una serie de comandos planificados pero enviados «involuntariamente» a la nave, según han explicado desde la NASA. Estas instrucciones han provocado que la antena de la sonda apunte a 2 grados de la Tierra, lo que ha revertido en las comunicaciones. La Voyager 2 se encuentra en el espacio interestelar , a casi 19.900 millones de kilómetros de la Tierra, y este cambio ha interrumpido la comunicación entre la Voyager 2 y las antenas terrestres de Deep Space Network (DSN). Los datos que envía la nave espacial ya no llegan al DSN y la nave espacial no recibe comandos de los controladores terrestres. La Voyager 2, lanzada el 20 de agosto de 1977, está programada para restablecer su orientación varias veces al año para mantener su antena apuntando a la Tierra; el próximo reinicio ocurrirá el 15 de octubre, lo que debería permitir que se reanude la comunicación. El equipo de la misión espera que la Voyager 2 permanezca en su trayectoria planificada durante este periodo de incomunicación. La Voyager 1, que se encuentra a casi 24.000 millones de kilómetros) de la Tierra, sigue funcionando con normalidad. Un viaje de miles de años Ambas sondas Voyager ya han pasado la heliosfera, la zona más allá del Sistema Solar en el que aún se puede sentir el influjo del Sol y de la que no se sabe casi nada. Aunque la zona dominada por el viento solar se extiende hasta unas 120 UAs, la región dominada por la gravedad del Sol podría llegar hasta las 100.000 UAs, formando lo que se conoce como nube de Oort, un campo de escombros casi sin perturbar desde el nacimiento de nuestro vecindario cósmico. MÁS INFORMACIÓN noticia No Desvelado el origen del misterioso objeto que cayó en una playa en Australia: es parte de un cohete indio noticia No El primer animal modificado para tener hijos sin sexo Las sondas Voyager se adentran en lo desconocido, a un ritmo aproximado de tres UAs por año. Los científicos esperan poder hacer medidas del medio interestelar puro, no influido por el Sol, antes de que los generadores de radioisótopos de plutonio-238 de abordo se agoten, quizás durante esta década. Sea como sea, todo indica que las Voyager, ya muertas y apagadas, sobrevivirán a la humanidad.