Los anfibios (ranas, salamandras, cecilias…) son el grupo de animales más amenazados del planeta. Todo parece estar en contra de su supervivencia: sus hábitats se han visto reducidos y deteriorados por el avance de la agricultura, la industria maderera o las infraestructuras humanas. En las dos pasadas décadas, una serie de patógenos los ha diezmado. Y en lo que va de siglo, el cambio climático amenaza con darles la puntilla. Un informe en el que han participado más de un centenar de científicos, con datos de otros 900 de todo el mundo, concluye que hay que darse prisa si queremos salvarlos.