El mayor telescopio espacial de la historia, el James Webb (JWST, por sus siglas en inglés), lanzado a finales del año 2021, ofrece imágenes de una resolución y sensibilidad sin precedentes. Sus instrumentos de observación operan en el espectro infrarrojo y su correcto funcionamiento requiere temperaturas por debajo de los -220ºC. Esto exige protegerlos tanto de la radiación directa del Sol como de la reflejada por la Tierra y la Luna, para lo que se ha equipado al telescopio con un gran parasol.