“¡Tenemos impacto!”. Los responsables de la misión espacial DART, financiada por la NASA, han recibido este martes con júbilo la pérdida de la señal emitida por la sonda. La nave, del tamaño de una nevera, ha logrado su objetivo de chocar de frente y a más de 20.000 kilómetros por hora contra el asteroide Dimorfo para intentar desviar su trayectoria. Esta es la primera misión espacial cuyo objetivo es proteger a la Tierra de asteroides, un ensayo general para evitar futuros impactos que podrían borrar del mapa una ciudad entera.