Las camisetas con número que te hacen parecer más delgado (y las que te hacen más gordo)

Por 06/09/2023 Portal

La ropa de rayas verticales o monocolor puede hacernos parecer más esbeltos. Son ilusiones ópticas sobre las que todos hemos oído o aplicado alguna vez. Pero existe una muy curiosa que probablemente nadie tiene en mente a la hora de vestirse y que afecta a las camisetas con número, como las que visten los jugadores de fútbol americano o de baloncesto y que también forman parte del estilo deportivo más casual (una tendencia bastante popular hace una década que todavía sobrevive). Según psicólogos de la Universidad de California – Los Ángeles (UCLA), las prendas con números bajos logran que nos veamos más delgados que las que llevan números altos. Es decir, para conseguir ese efecto mejor lucir un 18 que un 81. La clave está en las expectativas de la mente. En 2019, un reportaje del canal de televisión ESPN exploraba las razones por las que muchos jugadores prefieren usar números de camiseta entre el 10 y el 19. Los atletas simplemente creían que los números más bajos los hacían parecer más rápidos y delgados que los más altos tradicionalmente asignados a su posición. Ladan Shams, profesor de psicología y neurociencia de UCLA, quiso comprobar si los jugadores estaban en lo cierto. En sus experimentos, dados a conocer en la revista PLOS ONE , preguntaron a voluntarios qué jugadores de fútbol americano les parecían más delgados. Noticia Relacionada estandar No Estas son las mejores ilusiones ópticas del año: legos que atraviesan paredes y cuadros que ‘cobran vida’ ABC Ciencia La Neural Correlate Society (NCS) hizo entrega de los premios a las propuestas más innovadoras creativas de investigadores a lo largo del mundo En una primera prueba, a los encuestados se les mostraron imágenes generadas por computador de jugadores en poses idénticas, pero con diferentes tamaños corporales y colores de piel y camiseta, y se les pidió que juzgaran su delgadez. Los sujetos vieron a cada jugador dos veces, una vez con camisetas con números altos y otra con números bajos. En general, los jugadores con camisetas numeradas del 10 al 19 fueron percibidos como más delgados que los jugadores con vestimentas numeradas del 80 al 89, independientemente de su tamaño corporal y de su color de piel o de camiseta. En la segunda prueba, los investigadores se centraron en el número 8. Como el 8 es más ancho que el 1, simplemente la cantidad de espacio en la camiseta ocupada por los números del 80 al 89 podría hacer que los jugadores parecieran más grandes. Entonces, los psicólogos eligieron combinaciones de números que usaban los mismos dígitos, pero variaban cuál aparecía primero: 17 y 71, 18 y 81, 19 y 91. En este segundo experimento, los sujetos todavía percibían que los jugadores con números más altos eran más gruesos que los jugadores con números más bajos, aunque el efecto fue algo menor que en la primera prueba. Los voluntarios dijeron consistentemente que los jugadores con camisetas numeradas del 10 al 19 parecían más delgados que aquellos con camisetas numeradas del 80 al 89 Laboratorio de procesamiento multisensorial/UCLA, PLOS One Asociaciones aprendidas Según los investigadores, los resultados sugieren que las asociaciones estadísticas aprendidas previamente entre números y tamaños influyen en la percepción del tamaño corporal. «La forma en que percibimos el mundo está muy influenciada por nuestro conocimiento previo», dice Shams. «En nuestra vida diaria, los números escritos en objetos (en una bolsa de azúcar en el supermercado o en pesas en el gimnasio) generalmente representan la magnitud de los objetos. Cuanto mayor sea el número, más grande o más masivo será generalmente el objeto«, añade. Según explica, «investigaciones anteriores han establecido que nuestros cerebros son muy buenos para detectar y almacenar asociaciones y regularidades estadísticas, sin que nosotros lo sepamos, y esas asociaciones pueden dar forma a la percepción futura». Una regla de la NFL requería que los receptores abiertos (los especialistas en la captura de pases) usaran números de uniforme entre 80 y 89, pero la liga cambió la restricción en 2004, abriendo la puerta a los receptores que preferían números más bajos en sus uniformes. En 2019, cuando ESPN publicó su historia, casi el 80% de los receptores abiertos llevaban un número de camiseta entre el 10 y el 19. Shams dijo que los resultados apoyan firmemente la hipótesis de que cuando procesa la percepción del tamaño del cuerpo, el cerebro se apoya en asociaciones aprendidas entre los números y los atributos de tamaño de los objetos. Ese hallazgo es consistente con investigaciones anteriores que muestran que el aprendizaje estadístico es un mecanismo de aprendizaje fundamental y universal. Esas asociaciones aprendidas, dijo Shams, generalmente ayudan al cerebro a interpretar la información sensorial (el patrón de respuestas del receptor de luz en el ojo, por ejemplo) porque la información sensorial puede ser ruidosa, poco confiable y ambigua. La capacidad de percibir el mundo más rápido y correctamente es fundamental para la supervivencia, afirmó. La forma en que los espectadores perciben el tamaño corporal de los jugadores de fútbol probablemente tenga poco efecto en el rendimiento de los atletas. Pero en otras áreas de la vida, esos sesgos perceptivos y cognitivos pueden ser más dañinos; por ejemplo, cuando influyen en el juicio, las decisiones y el comportamiento hacia personas o grupos sociales, un fenómeno a menudo denominado sesgo implícito. Si un grupo se asocia con frecuencia con cualidades negativas, es mucho más probable que otros traten a las personas de ese grupo en consecuencia, se den cuenta o no. MÁS INFORMACIÓN noticia Si Proponen la existencia de un mundo como la Tierra, oculto en el sistema solar exterior (y no es el Planeta Nueve) noticia Si Esferas interestelares en el fondo del mar, ¿quién se cree a Avi Loeb? «Nuestro trabajo resalta la importancia de la representación», subraya Shams. «Necesitamos ver a todo tipo de personas haciendo toda la diversidad de cosas que la gente puede hacer. Podemos utilizar el poder de aprendizaje estadístico de nuestro cerebro para reducir el sesgo implícito». Si se piensa de forma más trivial, los resultados de este estudio se pueden utilizar para elegir entre dos camisetas en un centro comercial.