No es fácil ser malabarista. Cada truco requiere práctica y habilidad —más de lo primero que de lo segundo — y, si se produce un error, este resulta tan evidente como una pelota cayendo al suelo. Tradicionalmente, los malabaristas han aprendido sus trucos los unos de los otros, lo que añade una dificultad adicional: ¿Cómo se explica un truco de malabares?