Los nativos americanos y los polinesios entraron en contacto siglos antes de que llegaran los europeos

El posible contacto entre los habitantes de la Polinesia y los nativos americanos es un debate que viene de lejos. Hay pistas arqueológicas y algunas leyendas compartidas que apunta al encuentro. Pero la más fuerte hasta ahora era la del camote (batata, patata dulce o boniato, según la zona). Domesticado en América del Sur, se encuentra desde tiempos precolombinos en lugares tan distantes como Tonga (a más de 10.000 kilómetros de la costa americana). Ahora, la genética podría zanjar la cuestión al demostrar un estudio que los polinesios tiene un buen porcentaje de americanos en su ADN. Y el encuentro se produjo mucho antes de que llegaran los europeos a uno u otro lado del mundo.

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