El fin de la Semana Santa da el pistoletazo de salida a la Operación Biquini, una carrera sin mucho sentido, como la de los Autos Locos de Pierre Nodoyuna, para conseguir estar más delgados, fuertes, fibrosos, morenos… o lo que la sociedad diga, y así poder ganarnos esos quince días de vacaciones. Es una broma del capitalismo que, para merecer o disfrutar de las vacaciones que nos corresponden como trabajadores, también haya que cumplir unos requisitos físicos, como si fuera una extensión curricular.