¿Por qué suena el látigo cuando se azota con energía?

Por 23/07/2023 Portal

Uno de los iconos más conocidos de Indiana Jones es, junto con su sombrero fedora, el látigo. En las diferentes entregas se han llegado a usar hasta más de treinta látigos diferentes, todos ellos realizados a mano por David Morgan , un afamado y reputado artesano. Aunque su longitud es diferente, todos tienen en común una capa de piel de canguro. En algunas entrevistas Harrison Ford ha confesado que tuvo que recurrir a un profesor para que le enseñara a utilizarlo y ha reconocido que fue necesario dedicarle bastante tiempo para adquirir cierta destreza, ya que se necesita una especial coordinación entre el brazo y la muñeca. Sabemos que el aire está formado, fundamentalmente, por moléculas de nitrógeno y oxígeno y que todas ellas se encuentran vibrando en constante movimiento a una velocidad elevada, en torno a los 480 metros por segundo. Noticia Relacionada estandar No ¿Por qué suenan los truenos? Pedro Gargantilla El responsable es un mecanismo de expansión-contracción del aire circundante a un rayo Si algún cuerpo se desplaza a través del aire a una velocidad inferior, a las moléculas les da tiempo a «apartarse», pero si la velocidad es al menos igual a la suya se amontonan y son empujadas. El aire comprimido y acumulado que crea una onda de choque es lo que percibimos como un fuerte sonido. Dicho de otra forma, cuando un objeto atraviesa el espacio a una velocidad superior a la que se desplaza el sonido por ese espacio se dice que ha superado la barrera del sonido. Esto es lo que sucedía por ejemplo con el Concorde, un avión supersónico que tuvo que ser relegado al rincón del olvido porque su coste de combustible era prohibitivo. Ese avión, fabricado a mediados de la década de los setenta, era capaz de realizar vuelos comerciales regulares a través del Océano Atlántico: unía la costa este de Estados Unidos con Europa en tan sólo tres horas y media. El primero fue el Bell X-1 Los aviones disponen de un instrumento de control de vuelo, llamado máchmetro, que les indica la relación de la velocidad con respecto al aire, con la velocidad del sonido, que varía con la altitud del vuelo, debido a la temperatura y a la densidad del aire. El máchmetro indica la velocidad en forma de fracción decimal, siendo la unidad, la velocidad del sonido. La primera persona en superar la barrera del sonido fue un estadounidense, Chuck Yeager, y lo consiguió el 14 de octubre de 1947. Ese día, mientras pilotaba su avión Bell X-1, a 45.000 pies de altura, alcanzó Mach 1.05, es decir, 1.05 veces la velocidad del sonido. Actualmente es posible admirar el Bell X-1 en el Museo Smithsoniano del Aire y del Espacio, en Washington. Vencer la velocidad del sonido sin salir de casa Muy posiblemente la primera pregunta que nos viene a la cabeza es qué peligros entraña para la salud un avión, por ejemplo, un caza Eurofighter, cuando atraviesa la barrera del sonido . Pues no hay nada por qué preocuparse, ya que no presenta ningún peligro ni para el piloto ni para los habitantes de la ciudad que sobrevuela, salvo el susto que pueda ocasionarnos y el posible desperfecto en los cristales. Nada más. Volviendo al látigo, cuando aplicamos al extremo del mango una gran energía, se desplaza por la superficie como una onda en movimiento, capaz de ganar velocidad conforme se acerca al extremo. Al final es capaz de superar la barrera del sonido, creando una explosión sónica que tanto gusta a los fans de Harrison Ford. MÁS INFORMACIÓN noticia Si El arma más antigua de la humanidad, más sofisticada de lo que se creía: mataba un conejo de un golpe a 30 metros noticia No Astrónomos españoles hallan el primer indicio de dos planetas que comparten la misma órbita Así que ya sabe, por menos de 500 dólares puede hacerse con un látigo similar al diseñado por David Morgan y vencer la velocidad del sonido sin salir de su domicilio. SOBRE EL AUTOR Pedro Gargantilla es médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de varios libros de divulgación. En este espacio de ‘Ciencia cotidiana’ explica la ciencia detrás de los fenómenos que vivimos en nuestro día a día.