¿Por qué vuelan los insectos?

Por 04/09/2023 Portal

Los insectos han conquistado con éxito la mayoría de los ambientes, de hecho, fueron los primeros animales capaces de volar. Lo consiguieron allá por el Carbonífero , hace entre 350 y 400 millones de años. Por aquel entonces los inmensos bosques de helechos eran patrullados por enormes libélulas de hasta 70 cm de envergadura, eran las famosas Meganeura monyi . Aquellos insectos fueron, sin duda, los más grandes que han volado sobre la Tierra. Desde entonces los insectos voladores no han dejado de asombrarnos, lo hacen con agilidad y donaire, con una habilidad verdaderamente portentosa para su pequeño tamaño. Un vuelo que tiene notables singularidades en cuanto a las leyes de la aerodinámica se refiere. Noticia Relacionada estandar No El primer animal modificado para tener hijos sin sexo J. DE J. Investigadores logran que hembras de moscas se reproduzcan por sí solas si no hay machos a su alrededor. Una vez activada, esa capacidad se transmite de generación en generación La clave del despegue está en los remolinos En la aerodinámica de los insectos podemos distinguir dos fuerzas: la de sustentación, que es la que les mantiene en el aire y que consiguen gracias a la forma de sus alas y al ángulo de ataque del vuelo (formado por el plano del ala y la dirección del flujo del aire), y la fuerza ascendente, con la cual logran un movimiento rítmico y ordenado. Si fijamos nuestra mirada ahora en los aviones, sus alas hacen frente al aire en una posición casi horizontal, con una inclinación pequeña, de forma que pueda fluir por arriba y por debajo con una diferencia de presión uniforme. Si el ángulo entre el ala y la dirección del aire fuese muy amplio llegaría un punto en el que se perdería la sustentación y el avión caería de forma estrepitosa, ya que se produciría una interrupción de flujo y un cambio de presiones. En el caso de los insectos parece que su anatomía les impide desarrollar la fuerza suficiente como para poder despegar. La naturaleza ha resuelto este problema tirando de ingeniería: los insectos generan pequeños remolinos (vórtices) en sus alas que facilitan el despegue. Además, el remolino regulariza el flujo de aire en el borde delantero y asegura que el flujo sea suave, en independencia del tipo de ala y de vuelo del insecto. Una vez realizado el despegue los insectos realizan a su antojo cambios repentinos en el trayecto, tanto en dirección como en velocidad, gracias a que son capaces de optimizar el ángulo de ataque. Todo un universo de soluciones Si comparamos ahora su vuelo con el de las aves, las alas de los insectos tienen una forma asimétrica, con un borde delantero más curvo que el borde trasero, de forma que se pueda crear un gradiente de presión entre la parte superior y la parte inferior del ala. Por otra parte, baten las alas de forma continua y rápida siguiendo un patrón de vaivén, hacia adelante y hacia atrás, mientras que las aves lo hacen de arriba abajo. Así mismo, han sido capaces de generar un verdadero universo de patrones de alas. Hay algunos insectos, como las libélulas y las abejas , que las tienen membranosas, delgadas y transparentes; otros tienen alas con flecos, como sucede con las arañuelas; también existen alas con contrapesos, para conseguir cierta estabilidad, como sucede en el caso de las moscas; hay algunos insectos (polillas) que las tienen con escamas, mientras que otros lucen alas rígidas, gruesas o esclerotizadas. Esto permite explicar la gama de comportamientos de vuelos, desde los estacionarios hasta los acrobáticos: desde el vuelo de las moscas, capaces de mantenerse de forma estable en un sitio mediante un aleteo rápido, hasta el errático con el que nos hipnotizan las libélulas. MÁS INFORMACIÓN noticia Si Solo quedaron 1.200: La casi extinción de nuestros primeros ancestros estuvo a punto de condenar a nuestra especie a no existir noticia Si Avi Loeb confirma que el objeto Im1, que cayó en el Pacífico en 2014, vino de otras estrellas Y es que la naturaleza no deja de sorprendernos con su fuente inagotable de soluciones de ingeniería ante los más variopintos problemas que se plantean.