Un equipo de investigadores de la Universidad Radboud de Nimega, en Países Bajos, acaba de demostrar que Stephen Hawking no lo contó todo en lo que respecta a una de sus teorías más destacadas. El genial físico británico, en efecto, postuló en 1974 que ciertos efectos cuánticos que tienen lugar en el borde mismo del horizonte de sucesos de un agujero negro (la frontera invisible más allá de la cual nada puede ya escapar de la gravedad del monstruo) tienen la capacidad de ir reduciendo paulatinamente su masa y su energía de rotación. Es decir, que gota a gota y con el paso del tiempo, de mucho tiempo, los agujeros negros terminan por ‘evaporarse’ hasta que no queda nada de ellos. Distintos experimentos llevados a cabo desde entonces confirmaron la idea y, en honor al científico, el proceso pasó a conocerse como ‘radiación Hawking’. Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP Código APP Pero Michael Wondrak, Walter van Suijlekom y Heino Falcke, autores de un estudio que se publica hoy mismo en ‘Physical Review’ y que puede consultarse también aquí, han ido mucho más lejos al afirmar que, sorprendentemente, el horizonte de sucesos no juega en la radiación Hawking un papel tan importante como se pensaba, ya que ‘otras cosas’, como la gravedad y la curvatura misma del espacio-tiempo, también pueden desencadenarla. Noticia Relacionada abc podcast estandar No La luna de Saturno que emite agua al espacio José Manuel Nieves Mucho mayor que cualquiera de los géiseres observados por la misión Cassini en 2005, el gigantesco ‘chorro’ lanzado al espacio por la enigmática luna de Saturno, Encélado, podría contener los ingredientes químicos necesarios para la vida Las implicaciones del hallazgo son tremendas. De hecho, suponen que cualquier objeto grande del Universo , y no solo los agujeros negros, se está evaporando. Y que, a la postre, el Universo entero también se evaporará.