Pocas tragedias son más incomprensibles que la muerte de un niño a manos de su propia madre. Un crimen contra natura no se justifica, parece surgir de una parte del mundo oscura e insondable. Resulta que esa parte del mundo podría encontrarse escondida en una zona concreta del cerebro humano . Un estudio publicado este miércoles en la revista ‘Nature’, llevado a cabo en ratones, ha descubierto que una región del cerebro ligada en parte al control de las emociones probablemente incite a las hembras a matar a sus crías. Dado que esta región también está presente en los humanos, los autores dicen que podría jugar un papel similar en los infanticidios y maltratos infantiles cometidos por las madres. Antes de dar a luz por primera vez, las hembras de ratón suelen matar a las crías de otros. Este comportamiento puede haber evolucionado para preservar los escasos suministros de alimentos para su futura descendencia, según los expertos. Sin embargo, la mayoría de los estudios se han centrado en el infanticidio por parte de machos adultos, y el mecanismo cerebral detrás de este comportamiento en las hembras ha permanecido hasta ahora poco comprendido. Noticia Relacionada estandar No El paciente M, el hombre que veía el mundo al revés tras recibir un tiro en la cabeza en la Guerra Civil Judith de Jorge Los obreros trabajaban en los andamios cabeza abajo, los objetos aparecían triples y los colores escapaban de las formas. El caso sugirió al doctor Justo Gonzalo Rodríguez-Leal una nueva teoría sobre el funcionamiento del cerebro Los investigadores de la Escuela de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York bloquearon de forma química una región del cerebro de los ratones llamada núcleo principal del núcleo del lecho de la stria terminalis (BNSTpr). Al hacerlo, evitaron el infanticidio casi el 100% de las veces. Por el contrario, cuando el equipo activó artificialmente la misma región cerebral, tanto las madres como las hembras sin descendencia mataron a las crías en casi todos los ensayos, atacando dentro de un segundo de la estimulación. Sin embargo, las ratonas rara vez atacaron a otros adultos, lo que sugiere que la estructura controla específicamente la agresión hacia las crías. La investigación también reveló que el BNSTpr parece funcionar en oposición a una región del cerebro llamada núcleo preóptico medial (MPOA), conocida por promover el comportamiento maternal. Según los hallazgos, las ratonas que aún no habían llegado a la maternidad mostraron una alta actividad de BNSTpr, la región ‘mala’, lo que reducía la actividad en la MPOA, la ‘buena’. Sin embargo, después de que las ratonas dieron a luz, la actividad del área ‘maternal’ aumentó, probablemente suprimiendo el sistema infanticida en el proceso. Las nuevas madres tendían a evitar el infanticidio sin importar si la cría era suya o no. «Nuestra investigación señala por primera vez los mecanismos cerebrales que creemos que fomentan y desalientan el infanticidio en las mujeres», afirma el autor principal del estudio, Long Mei, del Instituto de Neurociencia del NYU Langone Health. Tratar a las madres «Dado que estas dos regiones de conexión en el cerebro se pueden encontrar tanto en roedores como en humanos, nuestros hallazgos sugieren un posible objetivo para comprender, y tal vez incluso tratar, a las madres que abusan de sus hijos», señala la autora principal del estudio, Dayu Lin. «Tal vez estas células normalmente permanecen inactivas, pero el estrés, la depresión postparto y otros desencadenantes conocidos del abuso infantil pueden hacer que se vuelvan más activas», agrega. MÁS INFORMACIÓN noticia Si Morten Meldal, Nobel de Química: «Enamorarse es química, tener hambre es química, todo es química» noticia No Y los lagartos transformaron sus islas… Consiguen la mejor prueba hasta ahora de ‘evolución invertida’ Con todo, la neurocientífica advierte de que no está claro si las dos regiones del cerebro desempeñan las mismas funciones en los humanos que en los roedores.