Llega el verano y muchas personas no ven la hora de ponerse “a tomar vitamina D”, más de moda que nunca aunque no es una vitamina, ni una sustancia única, sino más bien un sistema hormonal que nutrimos con el sol. Durante la última década, se han multiplicado las investigaciones y el interés social sobre su déficit. “Se han empezado a pedir sus niveles en sangre sin justificación y, al encontrarlos bajos en muchos pacientes, se está popularizando el tratamiento y la solicitud de la prueba de forma rutinaria”, asegura Ricardo González, médico de familia y director del centro de salud San Fermín, en Madrid. “Muchos la conocen como la vitamina del sol y piden saber sus niveles en analíticas realizadas por otras causas”, añade. “Pero luego, menos quieren tomar suplementos si están disminuidos. Habría que solicitarla solo en quienes tuvieran factores de riesgo, para suplirla si salen bajos”, concluye este especialista.