Un equipo internacional de investigadores, encabezado por el experto en Ciencias Planetarias Frank Postberg, de la Universidad Libre de Berlín, acaba de informar en la revista ‘ Nature ‘ de la detección de una gran cantidad de fosfatos en la luna Encélado , de Saturno. Hasta ahora, el fósforo nunca se había detectado más allá de los océanos de la Tierra, por lo que el descubrimiento supone un hito en la comprensión de los mundos oceánicos y alienta la idea de que alguno de ellos sea capaz de albergar vida. Encélado está totalmente rodeado por un océano global, que se extiende bajo una gruesa capa de hielo y que en algunos puntos puede llegar a tener más de 100 km de profundidad. Desde hace años, los científicos tratan de desentrañar la composición química de ese extenso océano global, y para ello analizan las partículas de hielo y vapor de agua que escapan de ese océano y son lanzadas al espacio en forma de potentes chorros a través de grietas en la superficie helada. Principalmente, los datos disponibles proceden de la ya concluida misión Cassini, de la NASA, que hace casi una década se ‘zambulló’ en repetidas ocasiones en esos géiseres, de cientos de km de altura, para ‘olfatear’ los elementos que los componen y buscar signos capaces de delatar la presencia de seres vivientes. Distintos análisis anteriores ya habían sugerido la presencia de fósforo, un elemento esencial para la vida, pero los investigadores no terminaban de ponerse de acuerdo sobre si el océano global de Encélado contiene fosfatos suficientes para dar soporte a alguna forma de vida. El trabajo de Postberg y sus colegas incide precisamente en este punto, y ofrece nuevos conocimientos sobre la composición elemental de este prometedor océano extraterrestre. Para su estudio, los investigadores analizaron los datos recopilados por el Analizador de Polvo Cósmico de la Cassini. Y las mediciones no solo detectaron fósforo (en forma de iones de ortofosfato), sino que sugieren que ese elemento esencial podría estar disponible allí en concentraciones inesperadas: por lo menos 100 veces más altas que en los océanos de la Tierra. El descubrimiento de Postberg parece confirmar la idea de que el océano de Encélado está ‘emparedado’ entre la capa de hielo superficial de la luna y un núcleo de roca que contiene gran cantidad de fosfato y carbonatos minerales. MÁS INFORMACIÓN noticia No La australopiteca ‘Lucy’ tenía músculos ‘como rocas’ que le permitían estar de pie igual que nosotros noticia No La cueva que guarda los secretos del viaje de los primeros humanos desde África hasta Australia Por último, los modelos informáticos elaborados a partir de estos resultados sugieren que los altos niveles de fosfato podrían ser algo común también en otros mundos oceánicos helados del Sistema Solar, lo que aumenta, en general, sus perspectivas de habitabilidad.
