Cuenta atrás para el primer intento de la humanidad de desviar un asteroide

Por 24/09/2022 septiembre26th, 2022 Portal

Dar a un blanco situado a millones de kilómetros de distancia, que es pequeño, se mueve a toda velocidad, gira y, para complicarlo aún más, nunca se ha visto antes, es una proeza sin igual. Por primera vez, ya entrada la madrugada del martes en España, la humanidad intentará desviar un asteroide. La misión DART (siglas en inglés de Prueba de redireccionamiento del asteroide doble) estrellará una nave contra Dimorphos , una pequeña luna que orbita una roca más grande, llamada Didymos . Si bien el objetivo no representa ningún peligro para la Tierra, la NASA probará la tecnología que podría usarse para defender nuestro planeta contra una posible amenaza llegada del espacio en el futuro. La ficción ha hecho de esta contingencia un género en sí mismo con espectaculares explosiones atómicas y héroes que se juegan la vida, pero ahora le toca al ‘ Armageddon ‘ de verdad. «Este es un momento emocionante para la historia espacial y la de la humanidad», afirmó Lindley Johnson , responsable de defensa planetaria de la NASA, durante una sesión informativa de la agencia. «Es la primera vez que podemos demostrar que tenemos la tecnología para desviar un cometa o un asteroide en curso de impactar contra la Tierra. Es extremadamente importante para nuestro futuro», aseguró. Noticias Relacionadas estandar No Misión DART El impacto de un asteroide como el que se desviará el martes acabaría con toda la vida en la provincia de Madrid Judith de Jorge estandar No Así será DART, el primer intento de la humanidad para desviar un asteroide José Manuel Nieves Lanzada en noviembre de 2021 a bordo de un cohete Falcon 9 de la compañía privada SpaceX desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California (EE.UU.), la nave sin tripulación DART pesa unos 600 kilos, como un miura, y tiene el tamaño de un carrito de golf. Habrá recorrido 11 millones de kilómetros cuando previsiblemente impacte en el diminuto Dimorphos , de apenas 160 metros de diámetro, a una velocidad endiablada superior a los 6 km por segundo. Mientras, Dimorphos seguirá orbitando Didymos , de 780 metros de diámetro, cada 11,9 horas. Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP 7960 Código APP Cuando se cumplan 24 horas antes del impacto, los controladores de la misión en la Tierra ejecutarán la maniobra final de corrección de la trayectoria de la sonda (el encendido de los propulsores para modificar la dirección del vuelo). A partir de ese momento, lo que suceda dependerá únicamente de DART. La cuenta atrás será de infarto. Cinco minutos sin aliento Cuatro horas antes del choque, a unos 90.000 km del asteroide, la nave utilizará un navegador autónomo a bordo (Smart Nav) para mantenerse en curso. Entonces no parará de recopilar imágenes de Didymos y Dimorphos, que enviará en directo a la Tierra, y las procesará para guiarse con más precisión hacia su objetivo. «Entre dos y cinco minutos antes del impacto, todos estaremos conteniendo la respiración, ya que son los últimos antes del gran momento», reconoce a este periódico Luis Rodríguez , ingeniero de operaciones y conductor de pruebas de DRACO (cámara de DART), del Laboratorio de Física Aplicada (JHUAPL) de la Universidad Johns Hopkins en Laurel, Maryland, donde se sitúa el centro de seguimiento de la misión. Si todo sale como está previsto, catorce minutos después de la una de la madrugada (hora peninsular), DART se estrellará contra Dimorphos. El golpe, que supondrá la destrucción de la nave, alterará la órbita de la luna alrededor de Didymos. Debido a que las dos rocas están unidas gravitacionalmente, no hay posibilidad de que la más pequeña salga disparada sin control a toda velocidad por el espacio, lo que podría resultar peligroso. Los responsables de la misión sabrán si se ha producido el choque o no en tan solo 38 segundos . Las imágenes del impacto se recibirán quince minutos más tarde, pero tardarán en procesarse varias horas y, probablemente, se darán a conocer en el plazo de uno o dos días. Habrá que esperar algo más para averiguar la magnitud del cambio en la órbita del asteroide, si realmente la misión ‘suicida’ ha conseguido su propósito. El objetivo es desviar el blanco, no romperlo, porque eso supondría tener muchos más objetos circulando libremente con sus propias trayectorias. LICIA-Cube , una sonda de la Agencia Espacial Italiana (ASI) del tamaño de una tostadora que se desconectó de DART hace unos días para navegar por su cuenta, obtendrá imágenes de del impacto y la columna de eyección. El encuentro también será seguido por los telescopios Hubble y James Webb y por otros en tierra, como el observatorio Goldstone en California. Por el momento «todo va como se esperaba. La nave se está comportando exactamente como se diseñó», dice Rodríguez. «El nivel de entusiasmo es increíble. Desde mi punto de vista, la misión tiene un punto romántico, ya que es una nave construida con el propósito de ser destruida por el bien de la ciencia», añade. Claro que es posible que las cosas se tuerzan. El equipo contempla 21 eventualidades en caso de que el sistema de navegación autónoma determine que la nave está fuera de curso. La número 21 es que la sonda ni siquiera roce a Dimorphos y salga indemne de la cita. En ese caso, se planificará un posible impacto con otros objetos. Reorganizar el sistema solar «Una de las cosas más difíciles de esta misión es que gran parte se está haciendo por primera vez. Nunca antes la humanidad había tenido la oportunidad de reorganizar nuestro sistema solar. Y nunca antes hemos visto a Dimorphos y no lo veremos hasta la última hora antes del impacto. Guiar una nave hasta algo nunca visto es complicado», explica el ingeniero. La historia no acabará aquí. En 2024, otra nave europea, Hera , actualmente en construcción, será lanzada de nuevo hacia el sistema binario de asteroides para tomar datos precisos de su masa y composición. Además, medirá el cráter dejado por DART. También se planea enviar en el interior de la nave dos satélites tipo CubeSat que, una vez separados, se acercarán más al asteroide para recabar información con el fin de paliar futuros encuentros con asteroides. Un escenario aterrador que, aunque parezca el argumento de una película, es realmente posible.