“El coronavirus se está optimizando para transmitirse mejor”

Por 02/05/2021 Portal

El virólogo Rafael Sanjuán, valenciano de 43 años, acaba de recibir casi 2,5 millones de euros de la UE para investigar virus peligrosos, ocultos en animales salvajes y capaces de dar el salto a los humanos. La pregunta no es si volverá a ocurrir, sino cuándo. Un grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó en septiembre de 2019 de que la humanidad debía prepararse para lo peor: una pandemia de un patógeno respiratorio letal. Tres meses después se identificó en la ciudad china de Wuhan el nuevo coronavirus, que ya ha matado a más de tres millones de personas. El informe de 2019 advirtió de la posibilidad “muy real” de que aparezca un virus que mate a 80 millones.

Seguir leyendo

“Hay que premiar la calidad, pero en España se premia mucho la cantidad”

El virólogo Rafael Sanjuán forma parte de la élite científica europea, pero sus méritos no son suficientes para el guardián de la universidad española, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA). Sanjuán ha logrado casi seis millones de euros en ayudas del Consejo Europeo de Investigación para proyectos de vanguardia, pero su trabajo no es de primer nivel según los criterios de la ANECA. “En investigación no llego a la categoría A de catedrático, solo a la B, porque te piden cantidad: unos 120 artículos. Pero no es lo mismo tener 120 artículos de autor principal en la revista ‘Science’ que tener 120 artículos como tercer autor en una revista científica que no tiene nada que ver con ‘Science’. La diferencia es abismal”, explica.
Siete investigadores con ayudas europeas millonarias han denunciado en las páginas de EL PAÍS situaciones similares. Triunfan en la élite científica del continente, pero son rechazados por la ANECA para ser profesores titulares o catedráticos, por rígidos requisitos como la acumulación de horas de docencia o de investigaciones al peso. Sanjuán opina que este sistema es defectuoso: “Yo no llego a las 1.400 horas de clase que me exigen para acreditarme para poder ser catedrático. Hay que premiar la calidad, pero en España se premia mucho la cantidad”.