El dueño de la inteligencia

Por 24/04/2021 Portal

Pocas tecnologías se han desarrollado sin que los militares tuvieran un ojo puesto en ellas. El propio Arquímedes, dice la leyenda, utilizó sus estudios sobre la reflexión de la luz solar para achicharrar con una combinación de espejos la flota del general romano Marco Claudio Marcelo, y se ganó con ello una certera estocada en el corazón por parte de un soldado cabreado. Es lo que pasa cuando un científico se mete en política, que sale con los pies por delante. La cornucopia dineraria que financió la física de partículas en la segunda mitad del siglo XX fue la consecuencia directa del proyecto Manhattan que, redondeando un poco, resolvió a lo bestia la Segunda Guerra. La virología vivirá dentro de poco una fase de esplendor, por razones que a un militar le parecerán obvias. El GPS fue una herramienta militar del Pentágono hasta que Bill Clinton decidió donarlo al mundo libre de costes. Aunque solo a cambio de financiar versiones del GPS más avanzadas para el ejército.

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