Hace poco más de una semana que murió Fernando Marías y hoy toca recordar aquí su inquietud científica, su atracción no solo hacia la física de partículas y los universos paralelos, sino también a la psicología comparada. Una simpatía que Fernando no disimulaba cada vez que se ponía a inventar una historia. Lo hacía atravesando las puertas de la percepción. Sin darse un respiro, se conducía hasta el otro lado de las cosas para interpretar la realidad en todas sus formas posibles.