Hallan un extravagante dinosaurio con pelo y «lanzas»

Por 15/12/2020 Portal

Un equipo internacional ha descubierto entre los fósiles de la colección del Museo Estatal de Historia Natural de Karlsruhe, en Alemania, un dinosaurio distinto a cualquier otro conocido. Aunque a los científicos les había pasado inadvertido hasta ahora, en vida, esta criatura no era precisamente invisible. El dinosaurio, del tamaño de un pollo moderno, se paseaba hace 110 millones de años por lo que hoy es Brasil con el aspecto más fabuloso que se pueda imaginar. Una larga mata de pelo recorría su dorso hasta sus patas y, lo que es más enigmático, unas cintas de queratina, largas y rígidas, se proyectaban hacia fuera y hacia atrás desde sus hombros.

Los paleontólogos, que nunca han visto cosa igual, creen que el animal utilizaba estos extravagantes atributos para deslumbrar a sus potenciales parejas o intimidar a depedradores o competidores. El hallazgo, publicado en la revista «Cretaceous Research», puede arrojar luz sobre cómo los pavos reales y otras aves heredaron su capacidad para lucirse.

El espécimen fue recuperado de las dos losas de piedra en las que estaba. Utilizando rayos X, los investigadores encontraron elementos esqueléticos y tejidos blandos previamente ocultos, lo que les permitió construir una imagen clara de sus características. Bautizaron a la nueva especie como Ubirajara jubatus, un nombre indio tupí para «Señor de la lanza», en referencia precisamente a las estructuras alargadas, planas y rígidas de la criatura, cada una con una pequeña cresta afilada en el medio. Estas cintas estaban colocadas para no impedir la libertad de movimiento en los brazos y patas, por lo que no habrían molestado al animal a la hora de cazar, acicalarse o enviar señales.

Un macho joven
Las cintas «probablemente se usaron para exhibirse, atraer a la pareja, rivalizar entre machos o ahuyentar al enemigo», afirma David Martill, coautor del estudio en la Universidad de Portsmouth. Los investigadores no pueden probar el sexo del espécimen, pero creen probable que fuera un macho joven, «lo cual es sorprendente dado que las habilidades de exhibición más complejas están reservadas para machos adultos maduros», añade Martill. Además, dada su extravagancia, no cree difícil imaginar que el dinosaurio se hubiera entregado a un baile elaborado para mostrar su llamativo aspecto.

Las cintas, según explica Robert Smyth, también de Portsmouth, no son escamas ni piel, ni tampoco plumas en el sentido moderno. Parecen ser estructuras exclusivas de este animal. «Nunca habríamos predicho estas características tan raras en un animal tan pequeño si solo hubiéramos tenido el esqueleto preservado», admite.

Pelo erizado
Una sección de la larga y espesa pelambrera que corre por el lomo del animal se conservaba casi intacta. Las patas también estaban cubiertos de filamentos parecidos a piel. Se cree que este pelo era controlado por músculos que le permitían levantarse, de manera similar a un perro que eriza su pelo o un puercoespín levanta sus espinas cuando está amenazado. De esta forma, Ubirajara podría aplanar su melena cerca de la piel cuando no estaba exhibiéndose, lo que le habría permitido moverse rápidamente sin enredarse en la vegetación. «Cualquier criatura con pelo o plumas móviles como cobertura corporal tiene una gran ventaja al hacer más aerodinámico el contorno del cuerpo para cazar o escapar más rápido, pero también para capturar o liberar calor», apunta Martill.

Pero, ¿por qué adornarte de una manera que te haga más obvio tanto para tu presa como para los depredadores potenciales? «Para muchos animales, el éxito evolutivo es más que simplemente sobrevivir, también debes lucirte bien si quieres transmitir tus genes a la próxima generación», dice Smyth.

Una herencia para las aves
«Las aves modernas son famosas por su elaborado plumaje y exhibiciones que utilizan para atraer parejas; la cola de los machos del pavo real y las aves del paraíso son ejemplos claros. Ubirajara nos muestra que esta tendencia a lucirse no es una característica única de las aves, sino algo que las aves heredaron de sus ancestros dinosaurios», añade.

Smyth sostiene que el plumaje de Ubirajara podría haber mejorado las posibilidades de supervivencia de un pequeño animal como él. Muchos dinosaurios tenían crestas óseas y volantes, que probablemente también usaban para exhibirse. Pero el hueso requiere mucha energía para formarse y mantenerse. Además, es pesado y puede causar lesiones graves si se rompe. Sin embargo, «la queratina, el material que forma el pelo, las plumas y las escamas, es una alternativa de exhibición mucho menos costosa de producir para el cuerpo, también es liviana, flexible y se puede reemplazar regularmente si se daña». Mucho más eficaz para un animal no más grande que una gallina.