La Crew Dragon regresa hoy al espacio con cuatro astronautas y reutilizando la cápsula y el cohete

Por 22/04/2021 Portal

Tras un retraso de 24 horas por el mal tiempo, la segunda misión tripulada a bordo de la Crew Dragon está a punto de despegar. Concretamente en la mañana de este viernes (a las 11.55 hora española), momento en el que los cuatro astronautas elegidos para la tripulación (Shane Kimbrough y Megan McArthur, de la NASA; Akihiko Hoshide, de Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón; y el francés Thomas Pesquet, de la Agencia Espacial Europea) pondrán rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), donde permanecerán seis meses. El grupo será el primero en incluir astronautas de otras agencias espaciales y el segundo en utilizar la misma cápsula Crew Dragon y el cohete Falcon 9 que la compañía SpaceX ha ideado para el transporte de personas, y en el que hace medio año volaron sus dos compañeros de la primera misión, quienes les darán el relevo en unas horas.

«Las naves espaciales reutilizables serán un punto central en el futuro de los vuelos espaciales mientras la NASA continúa con su proyecto de que los humanos regresen a la Luna», explican desde la agencia espacial estadounidense. En esta ocasión, se completarán las cuatro plazas disponibles de la Crew Dragon, el nuevo vehículo de la NASA con el que EE. UU. quiere dejar de depender de las naves Soyuz rusas, el único modo, hasta la fecha, que los países tenían para enviar a sus astronautas al espacio.

Reutilizando los vehículos
La cápsula Crew Dragon, que fue bautizada por sus primeros tripulantes, los astronautas estadounidenses Bob Behnken y Doug Hurley, como Endeavour, ha pasado una serie de pruebas antes de volver a ser reutilizada. El Endeavour permaneció atracado en la ISS durante dos meses antes de regresar a la Tierra en agosto de 2020, cuando aterrizó de forma exitosa en el Golfo de México. Tras ser recuperada por SpaceX, la compañía llevó a cabo intensas inspecciones para reacondicionarla y ponerla en perfectas condiciones antes del viaje de la misión Crew-2.

Durante los exámenes se hallaron imperfecciones en el escudo térmico más graves de lo esperado, si bien estas partes han sido reemplazadas para las nuevas maniobras. Además, se realizaron trabajos adicionales en el casco de la nave y se cambiaron las válvulas internas que requerían ser cambiadas. Después de estas pruebas, la Endeavour fue llevada a Cabo Cañaveral para pasar más exámenes como pruebas de interferencia electromagnética, verificación acústica y de sistemas.

Experimentos en gravedad cero
Los astronautas de la Crew-2 se unirán a los otros miembros de la Expedición 65, el astronauta de la NASA Mark Vande Hei y los cosmonautas Oleg Novitskiy y Pyotr Dubrov, de Roscosmos, para una misión de seis meses que llevará a cabo experimentos científicos en órbita terrestre baja.

Un ejemplo de estos experimentos son las pruebas con pequeños microchips de tejido, que son modelos de órganos humanos con múltiples tipos de células artificiales que se comportan de manera similar a las naturales. Estos chips pueden permitir identificar terapias seguras y efectivas (medicamentos o vacunas) mucho más rápidamente que el proceso estándar aprovechando que en gravedad cero el cuerpo humano sufre una aceleración del envejecimiento y de la progresión de las enfermedades. «Los científicos utilizan chips de tejido especializados en el espacio para modelar enfermedades que afectan órganos específicos del cuerpo humano, pero que pueden tardar meses o años en desarrollarse en la Tierra».

«Sabemos que las células se comunican entre sí y que esta comunicación es fundamental para el funcionamiento adecuado», afirma Liz Warren, directora senior de programas del Laboratorio Nacional de EE. UU. de la ISS. «No entendemos completamente por qué, pero en microgravedad, la comunicación de célula a célula funciona de manera diferente a como lo hace en un matraz de cultivo celular en la Tierra. Las células también se agregan o se juntan de manera diferente en microgravedad. Estas características permiten que las células se comporten más como lo hacen cuando están dentro del cuerpo. Por lo tanto, la microgravedad parece brindar una oportunidad única para la ingeniería de tejidos».