La impresionante foto del cohete chino sin control en el espacio

La etapa central del cohete chino fuera de control sigue orbitando alrededor de la Tierra: a velocidades superiores a 7,5 kilómetros por segundo, tarda tan solo 90 minutos en dar una vuelta a nuestro planeta. Mientras, desde tierra firme, las agencias aerospaciales, organismos de defensa nacionales y grandes observatorios astronómicos tienen sus ojos puestos en los restos que caerán de forma inminente, aunque sin fecha ni destino fijos, sobre nosotros. Entre ellos, el Virtual Telescope Project Online, que dirigido por el astrofísico italiano Gianluca Masi ha conseguido una increíble imagen de los escombros girando a toda velocidad.

El investigador pudo capturar la fotografía mientras el cohete pasaba por su lente durante menos de medio segundo grancias a un telescopio robótico Paramount de 43 centímetros. «En el momento de la toma, la etapa del cohete estaba a unos 700 km de nuestro telescopio, mientras que el Sol estaba a unos pocos grados por debajo del horizonte, por lo que el cielo era increíblemente brillante», ha escrito el propio Masi en la descripción de la fotografía. «Estas condiciones hicieron que las imágenes fueran bastante extremas, pero nuestro telescopio robótico logró capturar estos enormes escombros».

El equipo ya ha confirmado que intentarán una nueva toma de imágenes antes de que los restos caigan a la Tierra, momento que ocurrirá a lo largo del fin de semana.

Cuánto y dónde caerá el cohete chino incontrolado
El cohete Long March 5B está especialmente diseñado para lanzar piezas pesadas de estaciones espaciales, por lo que es particularmente grande. Consiste en cuatro impulsores que rodean un núcleo de 30 metros de largo, pesando alrededor de 20 toneladas. Cuando la etapa a la deriva entre en contacto con la atmósfera, la mayor parte de los componentes acabarán desintegrados; sin embargo, debido a su gran tamaño, algunas aprtes sobrevivirán, y esos son los escombros que llegarán a la Tierra. Además de que su enorme velocidad hace muy complicado predecir por qué punto exacto de la atmósfera hará su reentrada, las condiciones de densidad y las fluctuaciones atmosféricas provocan que sea casi imposible saber exactamente cuándo y dónde aterrizarán los escombros.

Las principales fuentes oficiales apuntan a que el momento podría producirse este sábado, si bien la zona de impacto se amplía en un rango de 40 grados a norte y sur del ecuador terrestre: es decir, la franja a la altura de Nueva York, Madrid y Pekín por el norte; y Chile y Wellington, Nueva Zelanda, al sur. Sin embargo, esto no quiere decir que estas sean las ciudades sobre las que caerán los escombros, ya que el 70% de esta superficie está cubierta por agua, por lo que lo más probable es que la basura espacial acabe realizando un amerizaje.

No es la primera vez que un cohete de estas características acaba se precipita sobre la Tierra. De hecho, un modelo similar ya causó algunos daños el año pasado sobre Costa de Marfil, si bien la mayoría de los restos acabaron sobre el Océano Atlántico. No se registraron víctimas. Y dos años antes, en 2018, el prototipo de laboratorio espacial Tiangong 1 también se precipitó desde la órbita sin control, acabando en el Océano Pacífico.Aunque China no es el único país que ha tenido problemas con su basura espacial: la NASA experimentó un reingreso incontrolado con la estación espacial Skylab en 1979, cuando trozos del complejo acabaron sobre Australia (también sin daños humanos).