Las defensas naturales del cerebro lastran los avances de la ciencia contra sus tumores

La ciencia asedia a los tumores cerebrales: los investigadores buscan la manera de combatir las células malignas, hacen malabares para llevar los fármacos al cerebro e indagan cómo detectar precozmente signos de alerta. No han cejado en su empeño, pero los resultados de los últimos años son poco alentadores y el pronóstico, tanto para tumores primarios como para metástasis en esa zona, suele ser desfavorable. En esa travesía científica contra el cáncer en el cerebro, todos los vientos soplan en contra: es un órgano de difícil acceso, los tumores ahí no suelen dar síntomas hasta que están muy avanzados y, cuando toca administrar fármacos para parar la proliferación de células tumorales, los científicos chocan con la barrera hematoencefálica, una especie de muro vascular que dificulta el acceso de medicamentos al cerebro.

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