Unos miles de años de diferencia pueden parecer banales en los millones que abarca la prehistoria. Sin embargo, una datación 150.000 años más o menos en huellas de homínidos puede obligar a cambiar algunas páginas de este periodo e incluso la cronología de la evolución humana. Una discordia de estas características ha ocurrido con las huellas de homínidos halladas en El Asperillo, un enclave costero onubense situado entre las playas de Mazagón y Matalascañas. Un estudio publicado en Scientific Reports, defendía que la edad de estas huellas era de 295.800 años, por lo que podrían haber sido dejadas por un linaje previo del neandertal y representar, según los autores, “un registro crucial para comprender las ocupaciones humanas en Europa en el Pleistoceno”. Un nuevo trabajo de datación publicado en Quaternary Science Reviews, fija la edad de las huellas en 151.100 años, asegura que son de neandertales (las más antiguas) e incorpora restos de utensilios de piedra utilizados por estos para manipular la carne de los gigantescos animales que cohabitaron este entorno, hoy Parque Natural de Doñana, al que los homínidos acudían temporalmente a cazar.