Los científicos siguen con el hacha de guerra levantada en contra de la reforma de la Ley de Ciencia planteada por el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque. La Confederación Española de Sociedades Científicas (Cosce), integrada por 84 sociedades que representan a más de 42.000 científicos y principal interlocutora del sector con el Gobierno, ha emitido un nuevo informe mucho más crítico con el borrador presentado por el Ministerio de Ciencia e Innovación hace diez días. En el escrito, remitido este mismo lunes al Ejecutivo, se asegura que la nueva Ley de Ciencia «no solo no mitigará la precariedad, sino que será imposible atraer y retener talento». Todo lo contrario del argumentario esgrimido por Duque para apoyar el proyecto tras su presentación ante el Consejo de Ministros.
Se trata del segundo informe que Cosce envía al Ministerio de Ciencia reprobando el borrador de la nueva Ley de Ciencia, si bien en esta ocasión la agrupación ha sido mucho más contundente: solo en el título del escrito ya se puede palpar el malestar que ha creado la nueva ley. Enunciado como ‘Informe Cosce sobre la Reforma de la Ley de la Ciencia en Recursos Humanos: El fin de la meritocracia científica’, en el documento se critica la eliminación del programa ‘Ramón y Cajal’ sin ofrecer una mejor alternativa, igual que la del ‘Científico Titular’, además de que no se ofertarán más plazas y que tampoco se han tenido en cuenta ninguna de las otras propuestas realizadas anteriormente por la Cosce.
Aunque no habla directamente de la figura del ‘tenure-track’ (muy criticado por los sindicatos y otras agrupaciones, que han salido a la calle para manifestarse en contra), sí rechaza de lleno la incorporación de un ‘contrato laboral fijo de incorporación’ con la excusa de que se acabará la temporalidad y rebajará la edad de estabilización, tal como esgrime el Ministerio de Ciencia: «Para la COSCE, la propuesta de reforma de la Ley de la Ciencia no solo no mitigará la precariedad, sino que será imposible atraer y retener talento en cuanto que también elimina la figura de ‘Científico Titular’ de los Organismos Públicos de Investigación (OPIs) de la Administración General del Estado».
Es decir, la propuesta del Gobierno es reemplazar el contrato de ‘Científico Titular’ -que vendría a ser una suerte de ‘compromiso’ para que el doctor que termina este tipo de contrato consiga, al final de cuatro años, una plaza fija. Lo que se venía consiguiendo a través del programa ‘Ramón y Cajal’- por el de ‘tenure-track’, por el que tendrá que pasar evaluaciones adicionales -con la posibilidad de suspenderlas y no conseguir una plaza fija, aunque el investigador lleve desarrollando su labor más de una década-, además de no reconocerse los mismos derechos, como el de antigüedad.
Además, según critican desde Cosce, el borrador de la reforma resalta que los nuevos contratados se asumirán desde las instituciones contratantes, que ofertarán las plazas conforme a la tasa de reposición, «por lo que no habrá incremento del número de puestos estables y se fomentará la endogamia, acabando con la atracción de talento basado en la meritocracia y evaluaciones externas», critican los científicos.
«El borrador presentado por el Ministerio va en contra de la excelencia científica, dificulta la atracción de talento, perpetua la endogamia e interfiere con las políticas autonómicas más avanzadas como la de Cataluña, Madrid y País Vasco», han señalado desde Cosce en un comunicado. «Además, el texto recoge que el planteamiento actual del Ministerio será de difícil aceptación en las universidades, en los institutos hospitalarios y centros de investigación regionales», continúan. Para finalizar, desde Cosce apostillan: «La ciencia debe ser tratada como un asunto de Estado y la reforma de la flexibilidad y adecuación normativa de los recursos humanos en investigación son prioritarios».