El 17 de octubre de 1934 moría en Madrid Santiago Ramón y Cajal , uno de los más geniales científicos españoles (y mundiales) de la Historia, padre de la neurociencia moderna y Premio Nobel. Antes de ese día, había dejado escrito en su testamento que todos sus enseres científicos y algunos más personales pasarían a conservarse en el Instituto Cajal, creado bajo su tutela. Después de la Guerra Civil, sus discípulos decidieron crear un museo con aquellas piezas en las dependencias del Instituto Cajal. Sin embargo, en el año 1989, tras el traslado del instituto a su actual emplazamiento en la Avenida del Doctor Arce, por falta de espacio, pasan a un cuarto cerrado con llave (eso sí, habilitado para la conservación, pero no apto para la visita). Casi un siglo ha pasado desde entonces y el conocido como ‘Legado Cajal’ aún no tiene un espacio fijo para ser exhibido. Ahora sus pertenencias suman una nueva peripecia: acaban de ser trasladadas a las dependencias del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC). Y, aprovechando su llegada y que se conmemora el Año de Investigación Ramón y Cajal, desde este martes se expone en el museo una recreación del laboratorio y despacho de Cajal con mobiliario histórico que incluye, entre otros enseres, su silla y su mesa de trabajo, productos químicos, su biblioteca y algunos objetos personales. Además, los visitantes podrán vivir una experiencia inmersiva en la que, a través de gafas de realidad virtual, el público podrá, no solo transportarse a espacios donde el científico realizaba sus experimentos o impartía cátedra, sino también interactuar con Cajal. «Con motivo del traslado del Instituto Cajal a su nueva sede en Alcalá de Henares, y mientras se trabaja en la creación de un Museo Cajal, la presidencia del CSIC, para salvaguardar sus bienes y continuar difundiendo el trabajo del más ilustre de nuestros científicos, decidió depositar el Legado Cajal en el Museo Nacional de Ciencias Naturales», señala a ABC la responsable del Archivo Histórico del Museo, Mónica Vergés, quien también indica que las piezas permanecerán en el MNCN «mientras se materializa la idea ambiciosa pero posible de crear un museo para Cajal y su Escuela». Señala que ahora «la conservación y gestión del Legado está en manos del MNCN mientras esté aquí depositado», aunque «cuenta con el apoyo y asesoramiento científico de personal del Instituto Cajal». Por su parte, el director del MNCN, Rafael Zardoya, ha señalado en un comunicado : «La relación entre Santiago Ramón y Cajal y el MNCN fue posible gracias al entomólogo Ignacio Bolívar y Urrutia, director del Museo entre 1901 y 1939. Tras el anuncio del próximo traslado del Instituto Cajal a otra ubicación, para nosotros es un honor acoger el Legado Cajal y poder mostrarlo a los visitantes a través de estas dos exposiciones, la de 2020, que tuvo desde su inicio una gran acogida y repercusión mediática, y la que inauguramos hoy. Además, esta última se encuadra dentro de los actos del Año de Investigación Ramón y Cajal». Promesas en el aire Cajal manifestó en su testamento que su legado científico se conservase en «su Instituto» y sus hijos así lo dispusieron. El legado aúna fondos de carácter científico y personal y objetos de algunos de sus discípulos más allegados, como Domingo Sánchez, Nicolás Achúcarro, Jorge Francisco Tello o Fernando de Castro, entre otros. El Legado Cajal está catalogado mediante un inventario que contiene 28.222 entradas, entre las que figuran un archivo fotográfico con más de 2.700 placas, 11 cuadernos, 1.800 dibujos científicos, más de 1.900 manuscritos, medallas y condecoraciones, diez pinturas y miles de preparaciones histológicas. Además, también hay piezas de investigación básica que se siguen utilizando por la comunidad científica, como revistas, libros, preparaciones o dibujos. Los seguidores de Cajal llevan décadas reclamando que su legado se exponga en unas instalaciones acordes a su aportación histórica. El anterior ministro de Ciencia, Pedro Duque, se comprometió al poco de su llegada al Gobierno a crear un Museo Cajal, testigo que recogió Diana Morant, la actual responsable de la cartera científica. Sin embargo, desde que se creara un grupo de trabajo para valorar todas las posibilidades, y aunque distintos organismos se han interesado en albergar dicho Legado (entre ellos el Colegio Oficial de Médicos de Madrid, que alberga en sus dependencias el Aula Cajal, donde el propio científico impartió clases de Histología y Anatomía Patológica durante 30 años), de momento, públicamente no se han anunciado más pasos. Tanto Vergés como De Carlos confirman que el proyecto sigue adelante. MÁS INFORMACIÓN noticia Si Hay un enorme ‘agujero de gravedad’ en el Océano Índico, y por fin los científicos creen saber por qué noticia No Descubren las neuronas que detectan el silencio «Se está trabajando intensamente y, si todas las gestiones que se están realizando llegan a buen puerto, tendremos un Museo Cajal y de la Escuela Neurohistologica Española, más pronto de lo que pensamos», señala De Carlos. «La voluntad de crear un Museo Cajal sigue adelante pero el proyecto, aunque aún en estado embrionario, es una deuda que nuestros políticos saben que deben saldar con Don Santiago», sentencia Vergés.