Sin embargo, este adelanto puede ayudarlas a adaptarse a los efectos del cambio climático.
Describen los circuitos neuronales implicados en la transferencia social de experiencias dolorosas y angustiosas.
Durante décadas, los astrónomos debatieron si una cierta mancha en el cielo era cercana y pequeña, o distante e inmensa. Un nuevo mapa de rayos X apoya la segunda opción.
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Un análisis de estudios publicados en 145 revistas de diversos campos de investigación, incluyendo aproximadamente 1,7 millones de autores y 740.000 revisores, no ha encontrado evidencia de sesgo contra las autoras en el proceso de revisión por pares.
A menudo se culpa a las revistas académicas de una brecha de género en las tasas de publicación, pero no está claro si la revisión por pares y los procesos editoriales contribuyen a ello.
Una maraña de sesgos
En el estudio citado se centraron en analizar tres posibles fuentes de sesgo:
- La selección editorial de los revisores
- Las recomendaciones de los revisores
- Las decisiones editoriales
Los resultados mostraron que los estudios escritos por mujeres como autoras solas o coautoras fueron tratados aún más favorablemente por los revisores y editores. Aunque hubo algunas diferencias entre los campos de investigación, los hallazgos sugieren que la revisión por pares y los procesos editoriales no penalizan los artÃculos escritos por mujeres.
Con todo, como se ha dicho, existen grandes diferencias entre campos. E incluso, cuando la revisión es de doble ciego, los revisores pueden saber o adivinar quiénes son los autores, o puede surgir un sesgo de género porque el editor sabe quiénes son los autores. El verdadero doble ciego es difÃcil debido a la dificultad para ocultar las identidades de los principales autores (reveladas por estilo, perspectiva y citas).
Por ejemplo, los estudios de mujeres generalmente recibieron peores crÃticas en las revistas de ciencias sociales mediante la revisión por pares de simple ciego, pero estas revistas son la minorÃa en un campo tÃpicamente dominado por la revisión por pares doble ciego.
Aumentar la diversidad de género en los equipos editoriales y los grupos de revisores podrÃa ayudar a las revistas a informar a los autores potenciales sobre su atención a estos factores y asà estimular la participación de las mujeres. Sin embargo, nos enfrentamos a una maraña de sesgos compleja, y atajar unos podrÃa estar ocultándonos otros, y viceversa:
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La noticia
Un análisis de 145 revistas cientÃficas no encuentra evidencia de sesgo contra las autoras en el proceso de revisión por pares
fue publicada originalmente en
Xataka Ciencia
por
Sergio Parra
.

Según este análisis de fotografÃas de Fickr parece que las mujeres prefieran perros pequeños y que los hombres opten por perros más grandes es mayormente verdad, aunque los perros preferidos por ambos sexos son los medianos-pequeños.
Para el propósito de este estudio, se rastrearon imágenes que mostraran un solo ser humano y suficiente imagen de un perro para permitir estimar su tamaño o identificar su raza.
Estereotipo parcialmente cierto
En el estudio, las imágenes con varios perros no se puntuaron (a menos que fueran de la misma raza) y las imágenes con varios seres humanos no se puntuaron. También se eliminaron las imágenes en las que el perro parecÃa un cachorro. También se suprimieron todas las imágenes en las que los perros estaban involucrados en algún tipo de actividad de servicio, o cazando, o eran obviamente parte de funciones militares o policiales.
También quedaron fueras las imágenes de personas sin hogar con perros, ya que podÃan ser conexiones casuales en lugar de basarse en una elección considerada.
Los perros de las fotos también tenÃan que verse como si realmente pertenecieran al humano de la foto, en lugar de ser parte del fondo.
Tampoco se tuvieron en cuenta imágenes que obviamente involucrara modelos de estudio fotografiados por razones comerciales. Finalmente, el ser humano tenÃa que ser hombre o mujer adulto.
La tabulación del tamaño del perro por sexo es, para las mujeres: 33% pequeño, 43% mediano-pequeño, 19% mediano-grande y 4% grande. Para los hombres, los resultados fueron: 16% pequeño, 42% mediano-pequeño, 36% mediano-grande y 7% grande.
Casi la mitad de las mujeres prefieren perros más pequeños en comparación con los hombres (76,3% frente a 57,7%), mientras que los hombres tenÃan casi el doble de probabilidad de tener perros más grandes (42,3% frente a 23,7%). Sin embargo, estos datos también muestran que, en general, el perro de tamaño más popular, independientemente del sexo del dueño, son los perros medianos-pequeños.
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La noticia
¿Es verdad que las mujeres prefieren perros pequeños y los hombres perros más grandes?
fue publicada originalmente en
Xataka Ciencia
por
Sergio Parra
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