Cómo el cerebro crea y combate los prejuicios

Los asistentes al Congreso Internacional de Medicina celebrado en Madrid en 1903 fueron sorprendidos por una comunicación inédita que iba a marcar la historia y el conocimiento de los procesos mentales y la psicología. Todos esperaban que el fisiólogo ruso Ivan Pávlov, el más famoso de los participantes, hablara allí de sus ya entonces conocidos experimentos sobre la digestión por los que no iba a tardar (1904) en recibir el Premio Nobel de Fisiología o Medicina. Pero, inesperadamente, Pávlov dedicó su intervención a otra cosa, pues presentó, por primera vez, lo que él llamó el “reflejo o secreción psíquica”, un prometedor hallazgo de su laboratorio que ponía de manifiesto el origen de buena parte del comportamiento de animales y humanos.

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