La variante británica del Covid-19, detectada por primera vez en perros y gatos

Por 22/03/2021 Portal

La variante británica del SARS-CoV-2 (B.1.1.7), que se propaga más fácil y rápidamente entre las personas y también parece más letal, ha sido detectada por primera vez en animales. Dos grupos distintos de investigadores informan del contagio con esta cepa del Covid-19 de un gato y un perro que comparten el mismo hogar en Texas (EE.UU.) y de otras tres mascotas analizadas en un centro veterinario de las afueras de Londres.

Investigadores franceses y británicos analizaron las mascotas admitidas en la unidad de cardiología del Ralph Veterinary Referral Center, en las afueras de Londres. El hospital había notado un fuerte aumento en el número de perros y gatos con miocarditis, que habían pasado del 1,4% al 12,8% en tan solo dos meses.

Según explica la revista ‘Science’, el equipo examinó a once mascotas: ocho gatos y tres perros. Ninguno tenía antecedentes de enfermedad cardíaca, pero todos habían presentado síntomas que iban desde letargo y pérdida de apetito hasta respiración rápida y desmayos. Las pruebas de laboratorio revelaron anomalías cardíacas, incluidos latidos cardíacos irregulares y líquido en los pulmones, todos los síntomas observados en casos humanos de Covid-19.

Siete de los animales fueron sometidos a pruebas para SARS-CoV-2 y tres dieron positivo, todos con la variante B.1.1.7, según informa el equipo en el servidor de preimpresión bioRxiv. Las pruebas de anticuerpos en cuatro de los otros animales demostraron que dos de ellos habían sido infectados con el virus. Los dueños de cinco de las once mascotas dieron positivo, todo antes de que sus animales desarrollaran síntomas.

En un segundo estudio, investigadores de la Universidad de la Texas detectaron la variante británica en un gato y un perro de la misma casa en el condado de Brazos. El propietario también fue diagnosticado en febrero. Las mascotas no mostraron síntomas en el momento en que se les hizo la prueba, pero el dueño informó de que ambas comenzaron a estornudar varias semanas después. Todos los animales de EE.UU. y el Reino Unido se han recuperado desde entonces, aunque uno de los gatos británicos recayó y tuvo que ser sacrificado.

«La vigilancia del SARS-CoV-2 y las investigaciones genéticas del virus de las mascotas infectadas son de vital importancia para comprender la transmisión y evolución del virus, así como para predecir lo que puede suceder a continuación», afirma Sarah Hamer, veterinaria y epidemióloga de la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas de Texas A&M e investigadora principal del estudio que descubrió la variante en este estado norteamericano.

Use mascarilla delante de su perro
Los investigadores explican que los objetivos del estudio son aprender más sobre la transmisión del SARS-CoV-2 entre personas y animales, el impacto potencial del virus en la salud animal y si los animales pueden ser un reservorio del virus. «Esperamos continuar con nuestro estudio a medida que aumenta el nivel de vacunación humana para saber si nuestras mascotas, que no están vacunadas, pueden seguir participando en los ciclos de transmisión del virus, incluidas las variantes emergentes», ha dicho Hamer.

Las secuencias del genoma viral del perro y el gato infectados con B.1.1.7 estarán disponibles rápidamente en una base de datos pública para su uso por la comunidad científica en general, de modo que se puedan realizar comparaciones con otras variantes en todo el mundo.

«Las mascotas también pueden infectarse con variantes del SARS-CoV-2», ha dicho Casey Barton Behravesh, director de la One Health Office de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). «Debido a que este virus puede propagarse entre personas y animales, es importante que las personas con Covid-19 se mantengan alejadas de las mascotas y otros animales, al igual que lo hacen con otras personas, para prevenir la propagación de este virus a los animales». Si no se puede evitar el contacto, las personas infectadas deben usar mascarilla en presencia de las mascotas y lavarse las manos antes y después de interactuar con ellas.

Eso sí, según la información disponible hasta la fecha, el riesgo de que las mascotas transmitan el SARS-CoV-2 a las personas se considera bajo.